Un comentario en “Leyes 20 y 22, ¿un robo legalizado?”

1. Felicito al Lcdo. Adrián González por tan buena exposición sobre el tema. Necesitamos dar a conocer la farsa sobre la bonanza económica que este esquema de evasion de impuestos dizque crea en Puerto Rico. Primero, no está demostrado donde este esquema ha desarrollado económicamente algún país. Segundo, las secuelas negativas de este embeleco afectan la economía, el tejido social y el ambiente. Nada se salva con la creación de este paraíso fiscal salvo los mismos inversionistas y sus negocios cibernéticos por las redes y de compra de inmuebles que producen escasos empleos. Para poder atraer estos inversionistas solo requiere que compren una propiedad residencial para adquirir un decreto con todo tipo de exenciones contributivas y privilegios que llegan hasta la impunidad. Es nefasto el impacto en el aumento del costo de los terrenos y viviendas para la mayoría de los puertorriqueños. Añadase el desplazamiento y despojo de tanto inquilinos y como propietarios. El rentismo producto de capitales de monopolios de servicios, así como financiero y de bienes y raíces, es un parasito que destruye las posibilidades de desarrollo económico real tanto industrial como comercial. Las exenciones que le otorgan a estos inversionistas provocan la sobrecarga de impuestos y aumentos de patentes a otros sectores locales. Nadie se llame a engaño porque vivir al lado de un rico no lo hace rico por osmosis.

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