Luego de la aprobación del Plan de Ajuste de Deuda (PAD), ha surgido una ola  de manifestaciones y luchas,  inicialmente  por parte del magisterio, al cual se han sumado otros sectores de empleados públicos.

Ese Plan de Ajuste, fue aprobado por la mayoría de los legisladores del PNP-PPD, plegándose a las instrucciones de gobierno estadounidense a quienes estos partidos (PNP/PPD) consideran sus amos.

Las acciones de lucha de los maestros y maestras, han sido contundentes y han logrado poner presión política a los administradores coloniales. También,  que otros trabajadores del servicio público, se levanten y se sumen a exigir reivindicaciones ante la administración colonial es alentado y podría augurar,  la posibilidad de una nueva reconfiguración  de lucha en nuestra nación, partiendo de la lucha por condiciones de empleo de la clase trabajadora.

Pero esa posibilidad, tiene que ciertamente partir de leer con precisión y claridad el contexto político en que enfrentamos.  Algunas premisas fundamentales que guían nuestro análisis son:

1. La deuda que se le achaca a nuestra nación no es nuestra.  Esta es una deuda  ilegal, ilegítima y odiosa.  El PAD dictado e impuesto por el imperio (EEUU) con sus intermediarios y gatilleros judiciales (Jueza Laura Swain) y civiles (la Junta), provee un manto de “legalidad”, para crear y sostener la mentira de que nos corresponde pagar una deuda que no es nuestra. 

• EL PAD, es el nuevo instrumento de violencia económica en la colonia, que se utiliza para perpetuar y continuar la extracción de la riqueza que genera nuestro pueblo; utilizando la banca y bonistas especuladores.

• El PAD no solo atenta contra la clase magisterial y los servidores públicos, pero junto al mal llamado acuerdo de COFINA, que le dio legalidad a una deuda que es ilegal y odiosa, el PDA condena al pueblo a la pobreza al imponer medidas de austeridad.  Repetimos, todo esto para asegurar que se le pague a los buitres financieros y banqueros que son los protagonistas de la dimensión adicional  de explotación económica sobre nuestra nación.

• Todo el proceso responde a los intereses económicos y políticos de la misma secta financiera-banquera-especulativa que se confabularon con las administraciones coloniales para seguir validando las emisiones de deuda continuamente, creando  las condiciones que justificaron la Junta de Control Fiscal.  Tampoco  se discute de los miles de millones de dólares pagados en intereses  que  extrajeron de la economía para engordar los bolsillos de la mafia financiera-banquera con la aprobación de los mal llamados acuerdos de deuda, robándole a los puertorriqueños por los próximos 40 años.

• Las  privatizaciones desde las carreteras,  aspectos de los servicios públicos, seguridad, limpieza, LUMA y el cierre de escuelas (para dar algunos ejemplos), son todas piezas del mismo rompecabezas neoliberalismo-colonial.  

Es entonces, la destrucción de los sistemas de retiro de los servidores públicos, otro eje central para continuar la supeditación de la economía de nuestra Nación a la estadounidense.  Por eso la  lucha por defender el retiro digno y los reclamos por justicia salarial, al mirarlos desde el contexto más amplio, tiene que estar arraigado a la  lucha contra el régimen colonial, contra la mafia financiera-especulativa, que es protagonista de la economía colonial.

Sin ese acercamiento, las justas causas de retiro y de justicia salarial, se quedarán trunca aunque se lograrán, porque el encarecimiento del costo de vida en Puerto Rico es y será la orden de cada día. 

Por otro lado, las manifestaciones de los servidores  del magisterio, no son expresiones espontaneas que emergieron en el vació.  Desde las trincheras y el trabajo continuo, con altas y bajas, de Frente en Defensa de la Educación Pública (FADEP), en su lucha contra la Keleher; en denuncia contra la destrucción del sistema de retiro; en la lucha contra el cierre de escuelas; en la lucha contra la aprobación de la propuesta de la Junta para el retiro de maestros, que la asociación cabildeo a favor; para dar algunos ejemplos, se sembró la semilla que finalmente brotaron en militancia cuando quieren dar la estocada última al aprobar el PDA que cristaliza la condena a la indigencia al magisterio.

Por último es necesario que esta emergente y manifestada energía de lucha de todas y todos los trabajadores del sector público en general y del magisterio en específico,  integre a la militancia y a la acción a los trabajadores y trabajadores del sector privado, porque el PDA les jode la vida, agua más cara, electricidad más cara, servicios de salud precarizados, aumento en los peajes, entre muchos otros ejemplos.  

Es fundamental que se lleve el mensaje, machacar que esta lucha es para detener a un grupo de blanquitos que solo quiere quedarse “con la jaula” (que es Puerto Rico) sin su gente.   Esta es una lucha para impedir un “Puerto Rico sin puertorriqueños”.  Esta es una lucha que tiene que levantar bandera y exigir y construir las condiciones para poder controlar las decisiones de política económica  que nos permitirán liberar nuestra economía de las cadenas que le impone la economía estadounidense, proteger nuestras industrias y negocios nacionales; nuestras tierras y haberes públicos.  Solo dese el ejercicio  pleno de la soberanía política, que solo es posible desde la independencia, es que tendremos la posibilidad de garantizar no solo justicia salarial y retiro digno para todas y todos los trabajadores y trabajadoras boricuas, pero la posibilidad de levantar una nación con una economía que le permita a las y los puertorriqueños alcanzar su potencialidad como ser humano y contribuir a crear una nación digna y justa para todas y todos.