«Es un comienzo necesario»

Por Reynaldo Morales

Así empieza la última oración del artículo publicado en Claridad bajo la firma de la Licenciada Wilma Reverón Collazo,

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titulada “El proyecto de autodeterminación de Puerto Rico: ¿Debemos apoyarlo los independentistas?”. Pienso que es una invitación honesta a todos los sectores independentistas a expresarnos en torno a este proyecto. Al momento de escribir estas líneas no he tenido acceso al borrador de ese proyecto. Así que hare estos breves comentarios aceptando como bueno el resumen que tan gentilmente nos ofrece la compañera.

La compañera expone que ella apoya este proyecto por tres motivos a saber; primero porque pone en discusión en el Congreso de los Estados Unidos nuestro problema de estatus (colonial), segundo porque le reconoce a la legislatura la facultad para celebrar una asamblea de estatus y tercero, crea un Comité Congresional para negociar los resultados con los delegados de la Convención electos. Ella reconoce que no es del todo de su agrado y que no incluye lenguaje de referencia del derecho internacional vigente de descolonización que ella propuso. Ciertamente, admite que es un proyecto donde ella participa junto a un grupo de puertorriqueñas en consultas a las congresistas puertorriqueñas para lograr el compromiso de generar esta legislación. También el PIP ha reconocido que ha sido consultado por voz de su presidente Juan Dalmau.

No estoy de acuerdo con el proyecto de las congresistas. Yo pienso que no debemos apoyarlo por razones que resumiría en que NIEGAN la posibilidad de ser un ejercicio de libre autodeterminación y tomo como argumentos lo que apuntan las secciones; 3, 4, 5, 6, y 7, según lo resume el artículo que nos provee la licenciada. Todas esas secciones contienen condiciones objetables y por eso no debemos apoyar su aprobación. Para la asamblea de estatus solo se necesita la convocatoria libre y soberana para ponerse de acuerdo en cuanto a número de delegados. Es la asamblea la que convoca el referéndum sobre formulas alternas a la independencia. Es ahí donde se puede escoger y hacer campaña de educación sobre las fórmulas que reconoce el derecho internacional a saber; integración, libre asociación o permanecer como nación libre e independiente.

Es desde la independencia que se llega a cualquier otra alternativa. Ninguna de las otras tendencias en Puerto Rico debe defender otro proceso si de verdad creen en la libre autodeterminación. Dejar en manos del Congreso decidir el proceso y las fórmulas es perder su posible y única ficha de presión en la mesa de negocios. Si de verdad quieren la libre determinación entonces deben tener segura la independencia para que no los devuelvan al limbo colonial. Les conviene tanto a los anexionistas como a los seudo soberanistas.

Fíjense como los populares ya hablan de una fórmula de ELA no colonial, fuera de la cláusula territorial, pero que no es la libre asociación. Diría Chamaco Ramírez, que “blanco es, frito se come, gallina lo pone y huevo no es”. Ahora imaginen lo que eso implica para la libre autodeterminación y las otras opciones.

Primero, la asignación de fondos federales es darle permiso para decidir lo demás y peor es la insinuación de que habrá campaña para delegados que permiten el pareo de fondos 4 a 1. Eso no es asegurar una nivelación del proceso de consulta entre fórmulas, digo, si es que el método de elección de representación no es igual en número y por el contrario es uno ponderado entre preferencias de fórmulas.

Segundo, las recomendaciones que harán los miembros de ese Comité que crea la 4ta sección sobre opciones de estatus están dadas por el derecho internacional en la sección 1541 y no hay que inventar la rueda. Además, eso es equivalente a decidir cuáles son las fórmulas y es norma reconocida desde el caso Namibia que la nación interventora no puede imponer por las fórmulas que se deben incluir en un referéndum de libre determinación[RM1]  del pueblo intervenido.  No podemos aceptar menos los independentistas. Los que definimos que en Puerto Rico exista el debate de fórmulas de estatus somos los independentistas sino los otros dos partidos fueran republicanos y demócratas, aunque fuéramos colonia.

Tercero, el resultado es el resultado y no debe estar sujeto a otra cosa que no sea el reconocimiento por parte de la comunidad de países libres y soberanos. Es frente a esa comunidad de países libres y bajo su supervisión que debe entenderse si hubo o no libre determinación. Si los norteamericanos no expresan su aceptación, de la integración o la libre asociación, si así fuesen votadas, y en ambos casos atendiendo el número de requisitos que deben reunir de conformidad con sección 1541, y además dentro de un término definido, y entonces, de no actuar, quedaría la independencia como la única opción por no estar sujeta a ninguna ratificación o aprobación por parte de la potencia interventora según el derecho internacional. Cualquier otro lenguaje estaría condenándonos al limbo colonial esperando por una resolución congresional, porque nos quedaríamos esperando por una ratificación o certificación congreso tras congreso y eso no se lo merece ninguna de las opciones. No hay tal cosa como amigos en Washington. ¿De qué lado están los puertorriqueños que ocupan puestos en el Congreso norteamericano? Eso de amigos ahí no existe, ni bondad imperial o respeto a minorías u otros pueblos. Mucho menos a tratados u acuerdos que no estén dispuestos a romper o incumplir, pues, ahí está la historia.

Por esas razones no apoyo el proyecto. Reconozco que puede aprobarse por encima de la oposición del movimiento de liberación nacional, si esa fuese también su postura, una igual a la que expreso. Pero si se aprobase, que lo dudo, este proyecto de ley, entonces necesitamos una conversación dura, amplia y profunda entre todos los que afirman la puertorriqueñidad sobre el curso a seguir y cómo actuar. Desde ahora recomiendo a que se abra la discusión amplia con todos los sectores del movimiento de liberación nacional, si fuese posible, y recomendar los cursos de acción bajo los diferentes escenarios.


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5 comentarios en “«Es un comienzo necesario»

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  4. Me párese muy aserrada este análisis pero bendito, no tenemos un movimiento de liberación nacional. Estamos pidiendo que el poder colonizador entre en negocasiones con una idea no un movimiento articulado. Sin un frente unido estamos perdidos y dejamos el campo libre para que el congreso defina las reglas y al fin haga lo que le conviene.

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    • Gracias por sus comentarios. Sí, tenemos un Movimiento de Liberación, compuesto por todas las organizaciones independentistas, grandes, regulares, pequeñas, un sector no afiliado que lucha por la independencia y justicia social. Tienes mucha razón en que no existe un frente amplio que coordine mejor nuestras acciones. Aparte de la coordinación el trabajo más importante en estos momentos es cambiar la correlación de fuerzas, mover más personas hacia la independencia y eso lo podemos hacer todos en nuestro trabajo diario. Adelante.

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