“…También nos anuncian otro mundo posible las voces antiguas que nos hablan de comunidad. La comunidad, el modo comunitario de producción y de la vida, es la más remota tradición de las Américas, la más americana de todas: pero también pertenecen a los tiempos que vienen y presiente un nuevo Nuevo Mundo. Porque nada hay menos foráneo que el socialismo en estas tierras nuestras. Foráneo es, en cambio, el capitalismo: como la viruela, como la gripe, vino de afuera.”

 Las Tradiciones Futuras. Eduardo Galeano, El Libro de los abrazos

En un ejercicio mediático muy bien  organizado, la actual administración colonial se disparó una cumbre sobre la criminalidad.  La creación del miedo como herramienta de control social ante la reacción del pueblo en respuesta a la violencia  por las medidas  de austeridad impulsadas por el poder imperial y sus alicates nacionales, es una necesidad para justificar la militarización y  la opresión institucional federal en nuestra tierra.  Se ha de continuar la privatización de la “ley y orden”, con mercenarios pagados para poner coto a las respuestas del pueblo contra la opresión.  Entes privados no estarían sujetos al cumplimiento del respeto de los derechos humanos y civiles.  Y lo más seguro serán otorgados de impunidad cuando se creen las alianzas Publicas Privadas de Seguridad, a nombre de la lucha contra el crimen.

Las ondas radiales se han inundado con el cacareo incesante de que la criminalidad requiere cambios estructurales y comparten el perfil sociológico de la procedencia de quien va a delinquir.  El que no ha terminado su educación, el que no tiene acceso a empleos bien remunerados; a los que provienen de familias donde las cabezas de familia son madres solas; y ahí sale el discurso de las medidas estructurales.

¿Pero qué significa este planteamiento? ¿Cuál es la raíz causal que crea las condiciones de pobreza y precarización negándole a la mayoría de la sociedad las posibilidades de poder acceder a lo mínimo para poder tener una vida digna, vivienda sana y adecuada; salarios dignos y trabajos.  Un sistema de salud preventivo y gratuito; acceder a alimentos sanos y que sostiene la salud de quien los consume; educación gratuita y liberadora desde kínder hasta la universidad; acceso a la educación y desarrollo cultural y a los deportes. El asegurar que los adultos mayores tengan una vida que les permita poder seguir contribuyendo con su sabiduría al levantamiento de las nuevas generaciones para echar adelante la nación.

Pero eso no está en la agenda de la administración colonial, ni en las guías del sistema económico que vive del empobrecimiento y precarización de las condiciones de vida del pueblo, para entregarle la riqueza a los que ya son ricos.  La cumbre es simplemente el globo para distraer; el planteamiento del cambio de estructuras en la cooptación del lenguaje para neutralizar la radicalidad (ir a la raíz) de las acciones necesarias para enfrentar los retos que derroquen la colonia y nos permitan crear una nación  que nos da la posibilidad de realizar una vida digna y justa para todas y todos.

Boletín en PDF –

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