Por Reynaldo Morales

El mundo de la geopolítica es mucho más complejo de lo que aparenta. Por eso las
alternativas, o las opciones, pueden variar según el enfoque, las preferencias o la
inclinación hacia el modo de proceder en cuanto a los objetivos. No es tan fácil predecir el rumbo que pueda tomar tal o cual actor o la respuesta que pueda darse ante
cualquier acción por parte de la otra parte en escena. Voy a tratar con un enfoque
materialista de dejar ver cuáles son algunas de las consideraciones que pueden darse
entre los personajes arriba mencionados.
De entrada, yo debo dejar constar que soy antiimperialista e independentista
puertorriqueño para que nadie pierda el sueño tratando de ver desde qué balcón estoy
mirando. Aun así, es necesario tratar de analizar con el mayor rigor posible los hechos.
No se trata de arrimar la brasa a mi sardina.
Estados Unidos es una potencia militar nuclear, aunque ya no sea la primera potencia
económica. Uno de los mayores retos que enfrenta Estados Unidos en su contra es la
carrera por el dominio tecnológico y en especial el dominio de la inteligencia artificial.
Esta última necesita, como ingrediente crítico, mucha energía. En este sentido China
aventaja a su principal rival que son los Estados Unidos. Usted se preguntará qué tiene
que ver el grillo con la manteca y paso a explicar.
A corto plazo es imprescindible buscar multiplicar la cantidad de energía y la fuentes
baratas para lograrlo. Aunque Estados Unidos posee y exporta recursos energéticos, lo
cierto es que China produce mucha más energía. China produce actualmente 10.1
tetra kilovatios/hora mientras que Estados Unidos produce 4.4 tetra kilovatios/hora. O
sea, China produce más que Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la India juntos.
En Estados Unidos hay refinerías de Citgo (que le robaron a Venezuela) que no están
trabajando a capacidad para producir combustible porque están diseñadas para refinar
el petróleo venezolano. Por eso a Chevron se le otorgan las licencias. Aun así, los
americanos necesitan además de producir más energía en la carrera tecnológica, controlar
el precio y el abasto de esos recursos. A partir de la suspensión de la compra de gas y
petróleo de China a Estados Unidos, estos necesitan apretar el nudo porque China
necesita comprar más recursos energéticos porque no producen lo suficiente para su
consumo. Los Estados Unidos tratan de sabotear la producción y exportación de Irán a
China y por eso los ataques. De igual modo Venezuela representa un baluarte para
ambos en esta carrera donde los gringos no van a jugar limpio ni lo volverían a hacer
jamás. No es su estilo.
No sería la primera vez que mienten para provocar una guerra a la que ellos son tan
propensos. De ahí que ellos hablan de una guerra contra las drogas mientras todos los
medios hablan de una invasión para eliminar al presidente Nicolas Maduro. Eso explica
el movimiento de la flota de sus mejores buques de guerra y un submarino para disque
detener el contrabando de drogas desde Venezuela a Estados Unidos. El mismo Trump
acaba de cantar el juego cuando asevero que hundir la lanchita con más personas que
drogas fue un pequeño adelanto de otras acciones de guerra contra ese país.
Los americanos deben calcular bien todos los movimientos como el Chapulín. Cuantos
aliados no verán con buenos ojos esa invasión es importante. Tratan con guante de
seda a la presidenta de México en esta última semana, lo cual es muy raro. El
presidente de Brasil, Lula, ha dejado de hacer comentarios contra la política hostil de
Estados Unidos ni defiende a Venezuela de esas amenazas. No logran que el presidente
Petro de Colombia haga silencio y por el contrario denuncie esas maniobras ilegales. El
resto del Sur Global desaprueba la maniobra del ataque a la lancha que iba en
dirección a Trinidad y Tobago y no hacia Estados Unidos. Uso abusivo de la fuerza
pronto se verá como lo que es, un ataque injustificado e ilegal. De modo, que si quieren
atacar otra vez lo harán antes de que se pueda conformar un repudio interno en el
propio suelo estadounidense.
Echar la marina de guerra contra Venezuela, para destruir su propio negocio, me
permite hacer una predicción casi por lógica. Si lograrán tener éxito contra el gobierno
de Venezuela y llegan a ocupar ese país, aun así, no cesaría el ingreso de drogas
hacia Estados Unidos, porque la calentura no está en la sábana. Eso sí, se robarían el
botín de petróleo y minerales más grande que tiene el planeta. Por otro lado, Venezuela
se escribe con V como Vietnam. Por eso, hoy nos debatimos entre sí esta es otra
operación de guerra psicológica o una acción de guerra con un falso disfraz de acción
policial como las anteriores intervenciones en la zona.
El presidente Trump y su bloque de economistas tarifarios kamikazes encabezados por
Scott Bessent, están muy cortos de tiempo para lograr un repunte económico y las
señales que emiten son de desesperación con los números de pérdida de empleos,
pérdida de mercados, baja en el consumo y una caída del valor del dólar que puede
disparar rápidamente la inflación. Todos son factores contra el aumento en el gasto
militar. El mayor entusiasta de destruir a Venezuela puede ser Exxon, pero no creo que
tenga interés en el escenario post Maduro si no se extingue el chavismo. El resto del
mundo petrolero de la OPEP tampoco vería con beneplácito ese resultado con uno de
sus miembros más importante y la historia de la América Latina está llena de
intervenciones americanas con muchos muertos inocentes, y eso le añadiría otro reproche
que sumar a esa larga lista por prepotente.
Todo se reduce al análisis del balance de intereses entre los económicos y los de
seguridad nacional. El problema mayor es Rubio que puede estar más inclinado, como
cazador, a querer colgar un trofeo sobre la chimenea que a tener leña para calentar la
casa. A Trump le gusta dejar que Rubio busque de que palo ahorcarse y solo recoge
los frutos que le convengan de sus aventuras. Cuando sea un estorbo lo echa como a
muchos otros.
Nosotros en Puerto Rico, como siempre, somos usados como su pertenencia, para los
propósitos que ellos quieran sin previa consulta y sin importar nuestra opinión. Los
gobernadores de turno en la colonia y los fotutos a sueldo de sus medios están prestos
a validar esos atropellos. Le conviene recordar que hoy en día se utilizan misiles de
largo alcance de velocidad hipersónica. Eso de que van a traer aviones F35 y navíos
de guerra, así como utilizar áreas de nuestro mar para posicionar sus barcos y llevarles
suministros convierte a la isla en blanco de ataques. Tomen el ejemplo de Yemen que
puede lanzar ataques a gran distancia contra Israel. El mismo Irán puede lanzar estos
ataques. Venezuela quizás no pueda alcanzar la Florida, pero nosotros no estamos tan
lejos.
Conviene señalar que Estados Unidos, así como en Israel y Ucrania, instalan sus
armas y equipos militares en áreas de civiles y residencias urbanas. La base Muñiz
está ubicada al lado del aeropuerto Internacional lo mismo que Ramey en Aguadilla.
Eso lo hacen para que cuando los ataquen reclamen que lo hacen contra objetivos
civiles. Claro, ellos no respetan la normativa internacional sobre esta prohibición de no
instalar dichos equipos en zonas urbanas y residenciales. Hay que mencionar que
nuestro Comisionado Pablito, opina que no está de acuerdo con derrocar al presidente
Maduro por la fuerza. Claro, nos lo dijo a nosotros porque allí en Washington nadie le
pregunta y además él no es nadie para decirle a sus amos que tienen que hacer.
Los independentistas estamos claros y en la calle, no a la invasión y NO a la colonia.
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