Carlos Rafael Alicea Negrón
“…Quince años antes llegó a nuestras playas un Comisario Regio. Traía la encomienda de la Corona de España de dirigir desde San Juan la campaña imperial contra los Libertadores de Venezuela. Al encopetado personaje se le ocurrió la mala idea de usar las milicias puertorriqueñas como parte de la tropa invasora de nuestra hermana nación. Bastó que corriera el rumor de su proyecto para que en un pasquín famoso el pueblo puertorriqueño le hiciera saber que “no sufrirá jamás que se saque a un solo miliciano para llevarlo a pelear contra sus hermanos caraqueños”. Y los ánimos se caldearon de tal modo que el Comisario Regio no solamente hubo de desistir de su proyecto sino que además vióse obligado, para calmar los ánimos, a poner en libertad a tres diputados venezolanos que se hallaban presos en El Morro. El pueblo estaba ya en la resistencia. E igualmente, en 1864, los puertorriqueños resistieron la orden regia movilizándolos para pelear contra Santo Domingo.”
Juan Antonio Corretjer

El gobierno imperial estadounidense, que nos invadió y ocupa ilegalmente desde 1898,
anuncia abiertamente y hostilmente sus intenciones de intervenir militarmente a nuestra hermana República Bolivariana de Venezuela, usando como mentira, la llamada guerra contra el narcotráfico. Cínico e hipócrita planteamiento.
Como para muestra un botón basta hay que recordar que esa misma nación, traficando droga (cocaína) financió la compra de armas para que sus mercenarios de la contra, continuaran su terrorismo contra el pueblo de Nicaragua. La misma nación que apoyó incondicionalmente al tirano de Noriega en Panamá y cuando el tonto útil ya no lo necesitaban para su estrategia geopolítica, invadieron a ese pueblo hermano asesinando a miles de panameños y panameñas, de hecho utilizando la misma excusa de la lucha contra el narcotráfico.
El país que más consume drogas ilegales en el mundo, con una infraestructura bancaria-financiera que lava las jugosas ganancias del narcotráfico, tiene el cinismo de acusar a otros de narco-nación. Típica mentira y proyección del imperio.
Otra dimensión de esta política imperial, es las propuestas de expandir las actividades militares-judiciales-policiales en Puerto Rico, para usarnos como unos de los puntos
para ejercer acciones injerencistas del imperio contra nuestras hermanas y hermanos
Americanos.
Hay que denunciar dichos planes. Hay que combatirlas. Hay que detenerlas. Hay que enviar el mensaje claro que no vamos a ser cómplices como nación, de las barbaridades del imperialismo estadounidense contra naciones que luchan por construir sus paradigmas sociales, políticos, económicos, en la dignidad, en la justicia para su gente.
Las propuestas de los sectores retrógradas-serviles de la colonia, tienen que ser
demolidos y contrastados. Recordemos, todas las instituciones militares-judiciales-policiales-financieras-bancarias que imponen y se hacen rico con la imposición de la colonia sobre nuestro pueblo las que proponen expandir. Nunca se han ido. Las han escondido o disfrazado pero son inherentes a la colonia. Las consecuencias: solo en la dimensión económica estas instituciones invasoras se llevándose más de 32,000 mil millones de dólares al año, valor de la riqueza que no pagan los gringos a raíz del sistema económico colonial.
Y esas mismas instituciones estadounidenses son las que sostienen, imponen y sobre las que montan las acciones intervencionistas de los gringos sobre Nuestra América. Las que quieren controlar las economías de esas naciones, saqueando sus recursos naturales y su riqueza ambiental, financiando a la derecha rancia, fundamentalista y fomentando golpes de estado, invasiones militares, adiestrando torturadores y represores.
Y entonces en esta misma línea de intervención y destrucción a nuestros pueblos, la actual administración estadounidense se mueve a levantar falsas acusaciones contra
el pueblo venezolano, su gobierno, buscando obstaculizar más aún el proceso de transformación radical de la revolución bolivariana, proceso que busca concretar la nación justa y digna que se merece el pueblo venezolano y por el que tanto ha luchado.
Por eso denunciamos al gobierno estadounidense y a sus cómplices y serviles criados aquí en la colonia. Convocamos a nuestro pueblo a reafirmar el espíritu de solidaridad que la historia que comparte nuestro Comandante Corretjer y no se presten a legitimar, validar las acciones terroristas de los Estados Unidos.
Por último, no hay justificación alguna para validar las narrativas imperiales que desdeñan a los hermanos pueblos de Nuestra América en ninguna dimensión. No hay validación alguna para caer en la trampa de dar validez a las mentiras desdeñosas de propaganda mediática que utiliza el imperio para tratar de legitimar sus acciones injerencistas en los hermanos pueblos de Nuestra América.
La lucha por la independencia nacional, que ha de derrocar el régimen colonial, concretando el fin de la ocupación ilegal de nuestra nación por los invasores estadounidenses, requiere una dimensión vital que es el apoyo internacional. No hay legitimación alguna para alinearse con narrativas que injurian a las naciones de Nuestra América que han apoyado el fin del colonialismo para nuestro pueblo, y a quienes nos
unen unos lazos de lucha, inquebrantables e imborrables y que deben guiar nuestro derrotero solidario y en reciprocidad con sus luchas reivindicativas y con su derecho de forjar sin intervención opresiva y dominadora los paradigmas sociales, políticos y económicos, basados en la justicia y dignidad para su gente.
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