Por Carlos Rafael A Alicea

No creo en un nacionalismos no asociado a la lucha por la Independencia Nacional y en militante enfrentamiento con el colonialismo estadounidense. Que busque derrocar el mismo, detener y acabar la ocupación ilegal estadounidense que ocurre desde 1898…

Ya ese nacionalismo imberbe, tuco, fue la táctica utilizada por los colonialistas-imperiales y sus lacayos cómplices-traidores del país, que mientras fomentaban el orgullo boricua cultural, deportivo, artístico, perseguían, encarcelaban, torturaban, asesinaban y promovieron las mentiras narrativas de nuestra incapacidad de ser, de poder levantar esta nación.

Y los mismos que promueven ese nacionalismo tuco, erán cómplices de la esterilización masiva de la mujer boricua, de la emigración forzada de hermanos y hermanas boricuas a campos de trabajo y fomentaban la idea de «que somos un país pequeño y sin recursos naturales que siempre dependeremos de los Estados Unidos»…

Los mismos que degradaran la bandera nuestra como delito y expresar la palabra como delito. Palabra combativa, la palabra que invitaba a la lucha y reafirmaba el espíritu indomable de una nación, que se resiste a morir, a desaparecer. Palabra que reafirmaba la puertorriqueñidad de nuestra nacionalidad con la lucha en todas sus dimensiones de confrontación, porque ese nacionalismo es «peligroso». Esa fue su divisa. Esa es su divisa…

La euforia desatada hoy sobre las expresiones de puertorriqueñidad que ebullen y florecen en estos días en nuestra nación, si no están atados, con la promoción, con la invocación del fin de la ocupación ilegal de nuestra nación, con el fin del colonialismo en nuestra nación y con la demanda de que solo desde la y por la independencia nacional es que se puede acabar con el colonialismo y no desaparecer como nación. Solo con esta existe la posibilidad de crear una nación justa y digna para todos los boricuas, que nos la merecemos.

He visto debates continuos y constantes sobre lo el grado de importancia de lo que los conciertos de Bad Bunny han provocado en esa ola de reafirmación de puertorriqueñidad, pero esa batalla ganada en la arena cultural, esa identidad nacional,es el producto de muchos años de lucha y defensa del pueblo en general y de los boricuas que creen en la Independencia en específico. Reafirmamos que aunque importante esta instancia adicional de reconocimiento y reafirmación de la puertorriqueñidad, no es suficiente, se queda corta si no está atada a la lucha y a la defensa de la Independencia Nacional para nuestro pueblo.

Afirmar lo contrario, sería poner al mismo nivel ético-moral la mentira del orgullo boricua de Luis A. Ferré, que afirmaba que «Puerto Rico es mi patria pero Estados Unidos es mi nación»…con la reafirmaCIÓN DE PUERTORRIQUEÑIDAD Y NACIONALISMO DE ALBIZU CAMPOS, CORRETJER, LOLITA LEBRÓN DORIS TORRESOLA O FILIBERTO OJEDA RÍOS. Y no es lo mismo ni se escribe igual. Esa afirmación de Ferré demuestra la podredumbre espiritual-mental de este anexionista.

De verdad no voy a entrar en el debate de Bad Bunny, aunque sólo señalaré que mi invocación y esperanza es que aquellas y aquellos que se derraman intensamente, valientemente y constantemente en defender las acciones de Bad Bunny y los que las critican de la misma forma, se enrollen las mangas y estén en la calle, en la comunidad, con sus familias, promoviendo, impulsando, pregonando y construyendo las acciones necesarias para alcanzar la Independencia Nacional de nuestra nación…

¡VIVA PUERTO RICO LIBRE!

¡ESTAMOS LISTOS!