Luchemos, ajustemos

Bautista Pérez

Las y los puertorriqueños somos bravos, somos luchadores, somos solidarios. Rechazamos los abusos y los abusadores. Cuando nos vemos atacados nos defendemos como pueblo. Lo hicimos cuando Vieques, María, Ricky.  No hay dudas, los boricuas somos mucha pieza.

A finales de los años 60 del siglo pasado, comenzó la lucha por nuestros derechos naturales y ambientales. Se dieron dos campañas importantes, que el pueblo pudo derrotar en su momento, las minas y playas pal pueblo.

El proyecto de las minas, un proyecto de unas empresas mineras extranjeras estadounidenses, pretendían explotar y extraer cobre y otros minerales, que se encontraban en la zona de Adjunta, Jayuya, Utuado y otros pueblos. Tenían el aval del gobierno colonial en ese momento. Y se presentaba como la salvación económica de nuestro pueblo. Lo que no decían era que su propuesta era la extracción a cielo abierto, una técnica que deja inmensos hoyos de kilómetros de grandes y habría sido la desaparición de los pueblos y comunidades de esa zona. Si iban a llevar nuestras riquezas y nos iban a dejar la mitad de nuestro país destruido. Ahí, estuvieron las comunidades activas, grupos ambientales y grupos políticos como el Movimiento Pro Independencia (MPI) y el PIP, todos unidos para derrotar un proyecto dañino que buscaba la explotación de nuestros recursos a costa de nuestros pueblos. A esa aberración se enfrentó el pueblo y los derrotó.

La segunda campaña de los años 60 y principios de los 70 fue la Campaña Playas pal Pueblo. En esos años los capitalistas extranjeros hoteleros estadounidenses, querían negarle el uso de nuestras playas al pueblo. Y el MPI y ambientalistas iniciaron una campaña para defender el derecho al uso de nuestras playas, para que nadie le pudiera decir a nuestro pueblo cuando usar nuestras playas. Las playas son nuestras, son del pueblo. Y los derrotó las organizaciones políticas puertorriqueñas independentistas, los ambientalistas y el pueblo en general.

Y desde entonces cada cierto tiempo surgen las mismas batallas, siempre con el mismo libreto. Extranjeros o inversionistas vendiendo la idea de que su proyecto nos va a resolver los problemas económicos y beneficioso para el pueblo. Le vendieron la idea de hacer refinerías de petróleo en un país que no tiene petróleo, el gobierno colonial se lo compró y hoy tenemos las ruinas de la CORCO, lo vemos cuando pasamos por Peñuelas. Intentaron vendernos un superpuerto puerto en Aguadilla, un gasoducto que partía el país por la mitad para llevar gas al norte cuando todas las plantas generatrices están en el sur.

A esos intentos, están los intentos de los capitalistas extranjeros o locales que presentan la destrucción de nuestras costas y playas para megaproyectos que sólo benefician a extranjeros, recibiendo subsidios, exenciones contributivas y otros beneficios de un gobierno en quiebra a cambio de nada. Eso lo vemos ahora en Cabo Rojo, con el proyecto de Esencia.

A estos planes de destruir nuestro ambiente, se une la nueva estrategia, el desplazamiento de los boricuas por extranjeros. Esto ya ha comenzado, con la Ley 22, que permite a extranjeros comprar y vivir en Puerto Rico sin pagar nada. Lo vemos con la compra de propiedades por parte de esos extranjeros y el desplazamiento de nuestra gente al sacar esas propiedades fuera del mercado nacional para venderlas a otros extranjeros. La llegada de  extranjeros a nuestra isla con mentalidad de colonizador, sin integrarse a nuestra cultura, idioma y costumbres. 

Todo esto para cumplir con su sueño, un “Puerto Rico sin puertorriqueños.”

Suerte, que el boricua es luchador, “no queremos lo que le pasó a Hawaii.” Por eso el pueblo se ha levantado en Cabo Rojo contra el Proyecto Esencia, en Rincón contra un proyecto que atenta nuestras playas. Y en todas las luchas a través de todo Puerto Rico, Aguadilla, Parguera, Isabela, Peñuelas, donde quiera que se nos pretenda dañar lo nuestro. Y todas estas luchas están bien, son correctas y necesarias, pero debemos preguntarnos porqué seguimos derrotando lo que ya hemos derrotado en el pasado y tenemos que comenzar nuevamente.

La razón principal, la que muchas veces las personas de buena fe tratan de no abundar por creer que divide es la falta de poderes que tenemos como pueblo. Somos una colonial, somos un país invadido y ocupado, donde las leyes principales sobre el comercio, el ambiente no lo determinamos nosotros sino un país extranjero, los Estados Unidos. Donde tenemos un gobierno colonial que no responde al pueblo de Puerto Rico sino a Estados Unidos. Y como no tenemos poderes y como no decidimos nada, ellos, los extranjeros imponen sus proyectos desde afuera, beneficioso para ellos pero no para nosotros.

Con sus leyes de comercio de interestatal nos prohíben defender nuestros comercios y economía, con sus reglamentos ambientales determinan el uso de nuestras playas para el bienestar de ellos, no nosotros. Los grandes intereses extranjeros los compran, sus cortes determinan. Todo con la intención de proteger sus intereses y no los nuestros.

Esa es la realidad, ¿y qué hacemos, nos cruzamos de brazos y rendirnos?, para nada, vamos hacer lo que siempre hemos hecho los boricuas, luchar por lo nuestro, pero aquí, lo importante, tenemos que ampliar esas luchas sectoriales identificando al problema mayor, el coloniaje, nunca pondremos fin a estas luchas sin poderes, sin tener nosotros el control y la última palabra para defender nuestras playas, ambiente, recursos, economía, reglamentaciones. Nada de esto es posible en la colonia, solo posible en un país independiente y soberano, dirigido por los puertorriqueños para los puertorriqueños.

Entonces, a continuar las luchas en Cabo Rojo, Rincón, Parguera, en cualquier lugar de Puerto Rico, a derrotarlos una vez más, pero ahora con la toma de conciencia que todas estas luchas necesitan algo más, no podemos quedarnos en lo sectorial, porque para no tener que estar peleando lo mismo cada 10 años, necesitamos poderes, estos solo posible en la independencia. Exhortamos a todos a unirse a estas luchas. Adelante.


Descubre más desde Movimiento Ñin Negrón

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario