Por Bautista Pérez

El memorándum creado y circulado por unos puertorriqueños y la orden ejecutiva también creada por ellos para iniciar el proceso de independencia de Puerto Rico ha levantado un avispero en el mundo colonial.
Los colonialistas, primero lo descartaron como “fake news” y luego lo señalaron como “anti democrático”. Imagínense, los sometidos hablando de democracia. No hay porque darle peso a gente sin seriedad.
También, han levantado comentarios, en otro sector de puertorriqueños, que tiene su propio proyecto. Estos sí merecen nuestros comentarios y respeto.
El asunto realmente no es complejo. En las luchas por la descolonización e independencia de los pueblos surgirán muchas tácticas y estrategias, es normal, es natural. Con la condición que al final una tendrá prevalencia sobre las otras, que no quita que las otras contribuyan también.
Por ejemplo, la estrategia del PIP, que es la primera organización en números, de nuestro movimiento de liberación nacional, con 92 mil personas votando bajo su insignia, unidos a grupos más pequeños y al MVC, con solo 5 mil votos bajo su insignia, aclarando este último no es independentista, plantean como proceso la asamblea de status para resolver lo que ellos llaman el problema colonial, ojo, esto no es un proyecto independentista como tal. Es un proceso ligado a las elecciones coloniales y a cada cuatro años, con la esperanza de ganar esas elecciones e iniciar un proceso que llaman de descolonización. Es su proyecto, y cada cual tiene el derecho a empujar el suyo.
Un segundo proyecto, que siempre ha estado, pero que se pone sobre el tapete ahora con el memorando, es que, hay que empujar la independencia, siempre, unida a las luchas por justicia social en cada instante, y no necesariamente estar amarrado a unas elecciones coloniales.
Y con quien cuenta este segundo proyecto, bueno, primero con los que hicieron el memorándum, grupo pequeño, más en su carácter personal, ya que no tienen organización actual. También, dentro de este segundo grupo podemos incluir los que no votan en las elecciones coloniales. Y a estos dos grupos se ha unido el sector más grande del independentismo, los 309 mil personas que votaron por la independencia, que son pueblo, que no son del PIP, tampoco de los abstenidos, sino que se manifiestan abiertamente por la independencia ahora, sin miedo, sin esconderla, que estamos obligados a integrar orgánicamente.
Posiblemente aparezcan otras alternativas, es lo normal, la práctica e historia dirá al final de cuentas cuál fue la correcta. Pero este es el debate actual.
Creemos que estamos en la coyuntura propicia para empujar nuestro proyecto de independencia ahora. Tenemos masa crítica para hacerlo, solo nos falta mejorar la organización, empuje y determinación. Los tiempos son favorables, se están uniendo las condiciones objetivas, más la toma de conciencia de sectores del pueblo.
Y mientras vamos fortaleciendo nuestro proyecto, podemos discutir, marcar las diferencias, trabajar las coincidencias y empujar el mismo, con propósito y respeto, adelante.
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