Por Carlos Rafael Alicea Negrón

El pasado sábado 11 de enero se clausuró el Festival Internacional Antifascista en la
ciudad de Caracas, capital de la Hermana República Bolivariana de Venezuela.
Miles de delegados de todo el planeta, hicieron acto de presencia para asumir el
compromiso inquebrantable de forjar y fortalecer los lazos solidarios entre los pueblos, el poder comunitario para enfrentar en colectivo, la marejada de opresión neoliberal y fascismo que amenaza a nuestras naciones y que se quiere afianzar en cada rincón de nuestra amada tierra. Nuestra nación borincana no podía ausentarse de este llamado de la humanidad a la colaboración y a la esperanza de forjar los caminos que construirán ese reencuentro con “…el modo comunitario de producción y de la vida, la más remota tradición de las Américas, la más americana de todas, que pertenecen a los tiempos que vienen y presiente un nuevo Nuevo Mundo.”

Durante la ceremonia de clausura estuvo a cargo del Presidente Constitucional de La
República Bolivariana de Venezuela y electo por el pueblo venezolano, Nicolas Maduro Moros. Durante su alocución el Presidente esbozó el compromiso cabal de nuestra nación hermana en la lucha contra el fascismo a nivel global, en la implementación y fortalecimiento de un programa de afincamiento del poder popular en Venezuela y en el compromiso que debemos asumir todas y todos, en cada una de nuestras comunidades, naciones en combatir sin pausa el fascismo, el colonialismo y el imperialismo,

Puerto Rico, junto a Cuba, tuvo un lugar especial en esta clausura. Durante el
reconocimiento de las diversidad del mar de banderas que militaban en esta actividad el
compañero Maduro divisó, primero la insignia sublime y heroica de nuestra patria (sentenció lo hermoso que lucía) y seguido señaló a la bandera heroica-mártir de Cuba, y afirmó: “Que hermosas se ven las banderas de Puerto Rico y Cuba juntas” y acto seguido dijo: “¿Cómo es que dice la canción?”. Al unísono boricuas y cubanos le decíamos: “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas, reciben flores y balas sobre un mismo corazón”. El Presidente Venezolano, en un acto de solidaridad y reafirmación con Cuba y con la lucha por la Independencia Nacional de Boriken, pidió entonces al DJ que buscará la canción Son de Cuba a Puerto Rico, y solicitó qué boricuas y cubanos con las banderas subieran a la tarima y cantaran con él esa melodía hermosa y decidora del cantautor cubano Pablo Milanés. Fue un momento de luz, de esperanza, de sublime amor caribeño y una afirmación de que en esta lucha no caminamos solos.

Pero no es casualidad este gesto de la nación bolivariana para con nuestra lucha. Y es
una reciprocidad de ese hermano pueblo a la ofrenda de militancia que le hemos ofrendado. Lo describe claramente el comandante Juan Antonio Corretjer cuando documentaba:

«Quince años antes llegó a nuestras playas un Comisario Regio. Traía la encomienda de la
Corona de España de dirigir desde San Juan la campaña imperial contra los Libertadores
de Venezuela. Al encopetado personaje se le ocurrió la mala idea de usar las milicias
puertorriqueñas como parte de la tropa invasora de nuestra hermana nación.
Bastó que corriera el rumor de su proyecto para que en un pasquín famoso el pueblo
puertorriqueño le hiciera saber que “no sufrirá jamás que se saque a un solo miliciano
para llevarlo a pelear contra sus hermanos caraqueños”. Y los ánimos se caldearon de tal
modo que el Comisario Regio no solamente hubo de desistir de su proyecto sino que
además vióse obligado, para calmar los ánimos, a poner en libertad a tres diputados venezolanos que se hallaban presos en El Morro;»

Corrtejer, La Lucha por la independencia…

Lo reafirma la militancia y lucha del general Antonio Valero de Bernabé, uno de los
generales de Bolívar que luchó por la Independencia Nacional de Venezuela y de lo
que hoy es Perú y Colombia y llegó a ser Ministro de Guerra de Venezuela.

Lo contrafirma ese lazo de conspiración y lucha la luchadora por la
Independencia de Nuestra América y de Puerto Rico, María Mercedes de Barbudo.
Conspiradora, revolucionaria, esta insigne mujer borincana, terminó exiliada por su
gloriosa gesta subversiva en Caracas, luego de escapar de una cárcel en Cuba, y hoy
yace sus restos heroicos en la Catedral de Caracas.

Y es que nuestras luchas están hermanadas siempre, porque de Bolívar, hasta
Martía, por Betances, por Eugenio María de Hostos, por Albizu, por Lolita Lebrón,
Blanca Canales, por las luchadoras y luchadores que entienden claramente que la
dignidad y la libertad de nuestras naciones es imperativo para poder construir
naciones dignas y libres, siempre la solidaridad, la ternura de los pueblos, será
fundamental en los principios de lucha y creación de Nuestra América.

Somos una nación, Boriken. Y no claudicaremos en continuar la gesta que nos
conducirá inexorablemente a lo que es natural destino de una nación como la
nuestra. El gesto amoroso y desprendido del pueblo venezolano cristalizado por las
palabras y la acción de su Presidente y el abrazo siempre solidario de nuestros
hermanos y hermanas de la República de Cuba, son un aliciente e inspiración para
nuestro Movimiento de Liberación Nacional. Pero hay que asumir la responsabilidad
militante y constante de avanzar la lucha, de diseminar la visión de liberación y
esperanza que florece en cada rincón de la Matria, siendo radical, pregonando la
Independencia Nacional, como lo que es la única posibilidad de poder ejercer la
soberanía política usurpada por una invasión y ocupación ilegal, que nos permita
poder implementar aquellas políticas sociales, culturales, económicas que construyan
una Nación Justa y Digna para todos los boricuas, porque eso es lo que nos
merecemos.

A Cuba siempre el amor y el agradecimiento. A nuestra hermana República
Venezolano, gracias por el amor y la solidaridad. Ese pueblo bolivariano es parte de
nuestro ser y de nuestro amor continental, NO ESTÁN SOLOS. Afirmamos
nuestro compromiso de lucha inquebrantable contra el fascismo y el imperialismo, y
el colonialismo, no solo en Puerto Rico, sino en el mundo en general y en el Caribe en
específico.