Por Reynaldo Morales

Existe un malentendido entre el pueblo que votó por la independencia y un grupo de
lideres de organizaciones que dicen ser quienes le representan. Asumir el liderazgo y
decir sin ambages que aceptan hacer ese sacrificio no es el problema porque pensar y
sentir que esa es su responsabilidad no es delito ni mucho menos una inmoralidad. Es
algo honroso y loable.

Creemos firmes y racionalmente que el destino de un grupo humano que comparte una
geografía definida, una historia, costumbres, tradiciones e instituciones, en fin, una
cultura, debe ser el aspirar y luchar para que ese grupo humano logre su
independencia. Y para nosotros el dilema ya está planteado; ser o no ser colonia.
Nuestros líderes deben tener claro que debemos defender la existencia de ese pueblo,
definido por todos sus contornos como una cultura viva, porque el deber fundamental
de toda ética es la defensa de la vivo y de la vida. La vida de una cultura es la defensa
de la vida desde un imperativo ético. La evolución de la humanidad nos llevó a reunir
los diferentes pueblos en naciones y en ese acontecer histórico nosotros no hemos
consolidado aún nuestra meta de fundar la nuestra. Eso se debe a nuestros
malentendidos en cuanto al qué, quién, cómo, cuándo y dónde. Son asuntos que
pueden ser de carácter procesal o sustantivo o de quien puede o no debe ser o de
cuando hacer o qué decir o proponer o como participar, en fin, muchas diferencias de
las cuales podemos estar más o menos conscientes.

Por eso quiero hablar de un asunto que me parece importante. Es algo que ya debe
ser objeto de debate y debemos hacer a un lado otros asuntos que no son tan
urgentes. Primero, que promover la independencia como solución inmediata y correcta
debe ser impostergable. Pienso que hacer uso del poder político para hacer gobierno
justo y libre de corrupción es algo que distrae la atención de cual es problema con ser
colonia. Así como gobernar para evitar que gobiernen los asimilistas para así proteger
la puertorriqueñidad es creer que la colonia es una casa protectora contra el maltrato
imperial. Tanto los imperios como los maltratantes y hostigadores creen que si hacen
algún daño es porque debe ser necesario para proteger a la víctima de sus propias
debilidades y defectos. Que sin ellos somos presa fácil de cualquiera que se acerque.
Vean como muchos de los que justifican la Junta de Control Fiscal lo hacen diciendo
que es un mal necesario para protegernos de los políticos. Claro, unos tecnócratas
financieros expertos bien vestidos y bien peinados saben cómo es que se debe
manejar los asuntos públicos. En otras palabras, al carajo con la democracia en las
colonias. Los colonizados no saben cómo usarla.

Voy al aspecto global. Sigo observando lo que sucede en la economía del bloque
occidental. La mayoría de los analistas de la bolsa de Wall Street dicen que se hunde y
ellos piensan que se trata de un fenómeno global. Algunos recuerdan que el Senador
Bernie Sanders (un cobarde) denunció, en sus campañas del 2016 y 2020, cuando era
candidato a presidente por los demócratas, hablaba de todos los problemas que
tenía Estados Unidos de fondo en su economía. Una clase trabajadora mal paga,
sobreendeudada pública y privadamente, con un sistema de salud deficiente,
educación muy pobre y costosa, pero por sobre todo entrando en rezago como
potencia con respecto a otros países (China en particular). En este fin de año se sabe
que el sector automotriz entra en un problema de caída en las ventas de sus autos y
también aumentan los inventarios de las inmobiliarias.

Las tarjetas de crédito informan sobre un alza en los retrasos de los pagos no visto
desde hace 14 años (después de la caída del 2008). El alza en el interés primario elevó
el costo de las hipotecas y caen las ventas de casas, así como los autos que valen casi
lo mismo, y también se desplomaron muchas cadenas de tiendas. Las estadísticas que
se ofrecen en automóviles son de que el pago promedio de un auto nuevo es de
$1,000.00 y el de mantenimiento de $1,100.00 para los vehículos de más de
$60,000.00. En los de 4 y 6 cilindros es de $700.00 y $780.00. Habían anunciado hace
10 años que esperaban que las ventas fueran de más de 20 millones de autos después
del 2020 y no llegaron a 14 millones. Este es un renglón importante porque es
emblemático de la economía y la industria estadounidense. Hasta se han detenido los
proyectos de construcción en la Florida.

Que sucede, la bolsa aumenta en el 2022 dramáticamente y la pobreza aumenta en un
12%. El 27 por ciento de los hogares estadounidense debe tomar a crédito la compra de
víveres. Las cierres de grandes negocios y cadenas aumentan dramáticamente y en la
colonia los políticos y los economistas piensan que ahora sí tenemos amigos en el
gobierno del presidente Trump que ya anunció la lista de los nuevos estados y Puerto
Rico no lo mencionan ni por detrás de Panamá que va después de Canadá y
Groenlandia. Yo no sé de qué carajo de Nueva Economía hablan aquí algunos
economistas. El primer supuesto es un equívoco porque parten de la premisa que las
colonias las desarrollan. Ya África superó hasta las esperanzas con el neocolonialismo
y aquí hasta sueñan con ser un enclave para desarrollo de inteligencia artificial cuando
no nos dejan ni usar la natural.

Escuchaba al ideólogo de derecha, el señor Steve Bannon, en su polémica con Elon
Musk, alegando que los millenials son una generación de siervos del nuevo feudalismo
tecnológico y financiero, repitiendo lo que vienen diciendo economistas como el griego
Yanis Varoufakis, Michael Hudson y la profesora Radika Desai y etcétera. Los
banqueros son la oligarquía que controla el gobierno de Washington y le impuso al 99%
un rescate a través de Obama para evitar la caída de Wall Street y dejó sin recursos a los millenials que no perciben interés en sus ahorros, que les quiebran sus fondos de
pensiones y verá como desaparece el seguro social y cualquier plan de retiro para la
tercera edad. Según Bannon, no tienen ni tendrán nada gracias a sus Señores
Feudales de la Banca y la Tecnología.

Aquí votaron el 31% con la independencia en el plebiscito de noviembre porque
entienden bien el problema y espero que las organizaciones que representan a esos
independentistas los escuchen. No habrá educación, ni salud, ni casa, ni auto, ni nada
en la colonia y menos con un imperio en bancarrota. Solo desde la independencia se
accede al desarrollo cultural y económico que garantiza la existencia de eso que
llamamos Puerto Rico con puertorriqueños. ¿Verdad Concho?