Por Reynaldo Morales
“Es fundamental que cada voto se cuente de manera justa y transparente, que las autoridades electorales compartan información de inmediato con la oposición y los observadores independientes sin demora, y que las autoridades electorales publiquen la tabulación de los votos.” U.S. Secretary of State Antony Blinken, AP 7/29/2024

A muy pocas horas de conocerse el resultado parcial con tendencia clara se declaró
vencedor al presidente Nicolas Maduro en los comicios de Venezuela. A partir de ese momento se desatan las protestas violentas en Caracas y algunas otras ciudades de Venezuela porque los perdedores de nuevo cantan fraude y el gobierno estadounidense no tarda en pronunciarse en respaldo dando, como siempre, el visto bueno a las alegaciones de los perdedores. Sin conocerse las circunstancias de las dificultades, o los pormenores de los resultados, se impugna su validez con violencia. Pero el Secretario de Estado Blinken conocía a la perfección porque solicitaba “de inmediato” la publicación de los resultados.
Tanto la oposición, como el Secretario Blinken, los grandes medios y las redes tenían
un guión preparado y bien articulado para dejar sin palabras, o explicación, a la
mayoría de los que no estábamos en Venezuela y así poder comprender qué sucedió.
Ni siquiera dieron oportunidad para explicar porque no se terminó el conteo. Tuvimos
que esperar al día siguiente para empezar a enterarnos por los pocos medios que
transmiten de Venezuela como Telesur y La Iguana TV de Miguel Ángel Pérez Pirela,
para saber que el sistema automatizado de transmisión de datos estaba bajo ataque
cibernético por “hackers” desde que se cerraron los colegios de votación. Aun así, se
consiguió obtener un 80 por ciento de los datos de votación. Fue un acto de terrorismo
cibernético. A eso se unió en sincronía la oposición que tan pronto cerraron los
colegios, comenzaron los asedios, para impedir el conteo y la transmisión de los
resultados, pero no tenían suficientes canallas y los funcionarios policiales no se
acobardaron en la mayoría de los casos. De modo que el Secretario Blinken sabía que
no se iban a poder publicar los resultados inmediatamente.
A nadie le debe parecer extraño que las redes puedan ser intervenidas de esta manera.
Los que manejan estas redes reciben instrucciones desde gobierno de Estados Unidos
para cerrar cuentas como le hicieron al presidente Trump y a otros ciudadanos por
difundir “desinformación” sobre vacunas u otros temas como Ucrania o el caso de
Palestina.
No solo pueden cerrar cuentas, sino que también pueden lanzar ataques contra
páginas privadas de industrias, instituciones y, porque no, gobiernos. Las redes son su
criatura y ellos las conocen mejor que nadie. Los venezolanos están claros y saben
quiénes están detrás de este sabotaje, que no es el primero, y quienes son los otros
personajes que colaboran en este esfuerzo por derrocar al gobierno chavista. Una vez
más, el pueblo y fuerzas armadas salen a la calle para defender la voluntad de la
mayoría venezolana.
Un dato, para corroborar esta participación del gobierno de Estados Unidos, es aquella
admisión en una entrevista el ex secretario John Bolton cuando le dijo a un periodista
que lo del 6 de enero no era un golpe de estado y que él que si sabía que es eso
porque había tratado sin éxito con Venezuela. Palabras más palabras menos se han
escuchado en ese sentido expresiones del presidente Donald Trump y el exsecretario
Mike Pompeo. No es secreto la animosidad contra Venezuela de todas las
administraciones de Estados Unidos desde el 2000. Recordemos el golpe contra
Chávez en abril del 2002, que los primeros en saludar a los golpistas fueron los
estadounidenses. ¿Alguien duda que no estén opuestos al gobierno de Cuba o de
Bolivia o no recuerdan el golpe contra Allende? Es notoria la fama en el resto del
mundo, menos Puerto Rico, de la manía injerencista de los gringos. No se les quita lo
de perro huevero.
Claro, todavía algunos se creen el cuento de la defensa de la democracia y los
derechos humanos. Para no hacer demasiado larga la lista, dejemos que un botón de
muestra sea suficiente, y vean ustedes que han hecho ellos por las víctimas palestinas.
¿Qué pasó con la democracia y los derechos humanos de Afganistán, Libia, Irak y
Haití? ¿Porque vamos a creer que le preocupan los venezolanos, los iraníes o los
sirios? Les preocupa el dólar (sus bancos), el oro, el petróleo y ahora el litio. El control
del mercado mundial en todos esos aspectos es su mayor preocupación porque le
garantizan su lugar de preeminencia en el mundo y eso es lo que quieren decir ellos
cuando aseveran que son el país líder a nivel mundial. A esos líderes se le unen
personajes como los mogules de la informática, Elon Musk, Mark Zuckerberg y Bill
Gates. Hay otros personajillos de menor escala, pero todos están al servicio del
gobierno estadounidense para vigilar y controlar las redes de internet como los grandes
medios controlan radio, prensa y televisión.
Existen los que no se doblegan y les hacen frente. A esos, no les dan tregua, pero ellos
gallardamente tampoco la piden. Hoy el mundo se comienza a partir en dos fuerzas y
vemos que está cerca el ocaso de los imperios colonialistas. Por todo el orbe se oyen
voces desafiantes y vuelven a sonar los tambores de liberación. Por eso Venezuela
saldrá triunfante de este golpe bien calculado del imperialismo. Gracias a un pueblo de
sable bolivariano indomable que junto a Chávez sigue cantando su himno de guerrero
vencedor de imperios.
Video – Actas en Venezuela
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