Por Carlos Rafael Alicea Negrón

El pasado 2 de junio en la hermana República de México, se celebraron las elecciones
presidenciales, donde se eligió a Claudia Sheinbaum como la primera mujer Presidenta en
la historia de México. Esta victoria representa un triunfo a la esperanza del rumbo que
toman los gobiernos progresistas en Nuestra América, ante las victorias de la derecha
recalcitrante en Ecuador y en Argentina.

La victoria electoral de Sheinbaum, por “la abanderada de la alianza “Sigamos
Haciendo Historia” que conforman Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde
Ecologista (PVEM) obtuvo cerca del 60 % de los votos”, “ garantiza la soberanía,
independencia y continuidad de los programas sociales que puso en marcha el presidente
Andrés Manuel López Obrador (AMLO).”

Es necesario entonces mirar con una mirada crítica las lecciones que se pueden y
deben aprender del proceso que ocurrido en México que llevó a triunfo claro y dominante
(la alianza tendrá mayoría calificada den la Cámara de Diputados y mayoría simple en el
Senado).

AMLO, estableció una férrea defensa de la visión de nación libre y soberana que
anteponía ante el proyecto continuista conservador de la derecha mexicana. Un proyecto
que busca poner un dique a la continua desigualdad social-económica en esa nación y que
trajo avances importantes, por ejemplo: “”Pese a la grave situación que provocaron los casi
tres años de pandemia de Covid-19, la economía mexicana logró crecer 5,9 % en 2021; 3,9 %
en 2022; 3,2 % en 2023 y se espera que en 2024 sea alrededor del 3 %. En el sexenio se
aumentó el salario mínimo en 120 % por sobre la inflación y el poder adquisitivo de la
población aumentó más del doble. “

Esa visión transformadora es la que le dará continuidad a la nueva mandataria electa y
su alianza. Todo este proceso de transformación a pesar del acoso de su vecino al norte,
con su política injerencista. AMLO. Consistentemente esbozó con precisión y claridad la
visión, las metas, el proyecto de transformación para su nación.

Cuando contrastamos con el curso que sectores de en nuestro país actualmente implementan para avanzar el fin del colonialismo, la La Independencia Nacional, el objetivo fundamental de nuestra lucha, no está presente. La explicación clara y precisa de com90o el ejercicio pleno de la soberanía política que solo es posibles desde la Independencia Nacional para implementar las medidas  económicas-políticas, sociales que nos permitan avanzar a crear una nación justa y digna para el pueblo, no aparece. Se prefiere hablar del bipartidismo, de la corrupción, de la Junta de Control Fiscal, y se invisibiliza, la raíz causal, el colonialismo, resultado e la invasión y ocupación ilegal de nuestra nación desde el 1898, con la imposición de un sistema económico colonial extractivista que supedita la economía nacional a la estadounidense y extrae las riquezas generadas por nosotros a los EUA y su aparato financiero-corporativo.

En un contexto donde el pueblo claramente busca alternativas, en vez de radicalizar
el discurso, de hablar con precisión y claridad de que la independencia es la salida para las
múltiples crisis que enfrentamos, contrario al ejemplo que los luchadores de México nos
mostraron, no se prioriza avanzar la visión liberadora que solo ofrece la Independencia
nacional.

Hay mucho que aprender del proceso mexicano. La utilización de sus propios
mecanismos de difusión mediática, es otra dimensión para llevar el mensaje claro de la
lucha, allá en México y debería ser lo mismo en Puerto Rico. Hay que intransigentemente
compartir la visión y el mensaje de nuestros proyectos liberadoras, sin cortapisas, sin
ambages. ¿Dónde están las decenas de periódicos, boletines, podcast, que lleven el mensaje
de la independencia nacional por parte de la diversidad de organizaciones que son parte del movimiento de liberación? , Pero enfatizamos, pregonando, avanzando la Independencia Por lo que es, la lucha fundamental que puede darnos la posibilidad de acabar con el colonialismo y por ende acabar con el bipartidismo, la corrupción y la JCF, que son hijos putativos de la colonia, de la invasión.

Aprendamos de México, seamos consistentemente y militantemente independentistas.
Enfrentemos las influencias de los aparatos ogeneistas gringos que financian y deciden
desde esos financiamientos las narrativas que son permitidas o no lo son en nuestra lucha
liberadora. Organizar para alcanzar la masa crítica necesaria para forjar la ola que
indeteniblemente impondrá la liberación de nuestro pueblo y su independencia, requiere
tener la claridad y precisión de la Alianza Mexicana, es decir hablar y pregonar sin tapujos la Independencia Nacional.