Capitalismo de Estado

Por Reynaldo Morales

Es frecuente escuchar foros debates o conversaciones sobre el fenómeno económico chino. Hay algo que siempre llama la atención y es la duda de si China tiene o no una
economía socialista. Algunos afirman con vehemencia que China abandono el socialismo y adopto el modelo capitalista pero dirigido desde el estado. Otros son más ortodoxos y afirman que si es gobernada por comunistas es comunista y dicho en una tautología solemne.

Recientemente un afamado intelectual chino Eric Li, educado egresado de la
Universidad de Berkeley California, Maestría en Negocios de la Universidad de
Stanford y PHD en ciencias políticas de la Universidad de Fudan, en Shanghái en
China, estuvo en una entrevista en un foro muy crítico de China, El Club de Asuntos
Extranjeros, nido de periodistas críticos del gobierno chino. Fue a defender su más
reciente libro titulado Party Life Chinese Governance and the World Beyond Liberalism,
donde hace una apología de los logros del gobierno chino y argumenta contra las
críticas de Estados Unidos y occidente. Además, cuestiona los famosos valores
democráticos y argumenta que el modelo chino es superior si se mide por los
resultados y lo logros alcanzados en desarrollo humano.

Si se quiere medir por lo económico entonces las ventajas son ampliamente
reconocidas que es la primera Paridad de Poder de Compras (PPP Power Purchase
Parity) y segunda en Producto Interno Bruto. La descripción que hace de como China
enfrento todos los retos está muy bien descrita y presentada. No rehúye ninguna de la
crítica y riposta con contundencia de datos. Tengan en mente este dato. China tiene 8
de los primeros diez puertos y los otros dos también están el pacífico, Korea del Sur y
Singapur. Piensen que los barcos deben llegar y salir con mercancía. Poder de compra
y poder de exportación.

Es aquí donde voy a dar mi énfasis. Porque se quiere descalificar los logros de China
por no ser en efecto producto de un libre de mercado sino de una fuerte participación
del estado. Eric Li no niega que esa crítica y explica que precisamente esa es su virtud.
Pero es más interesante su formulación de que en los Estados Unidos practica lo que
critica. Toma por ejemplo como el Departamento De Estado es responsable de
desarrollar el famosos Silicone Valley y mantiene, por vías del presupuesto de la
defensa, una inyección constante en la economía para sostener todo el ejercito con sus
bases por todo el mundo y el flujo constante de armas en conflictos sin fin elevando el
déficit presupuestario y la deuda pública a más de 34 trillones (billones en el resto del
mundo de habla hispana).

En las leyes congresionales de Estados Unidos en lo menos que uno tiene que fijarse
es en el título. Se han aprobado miles de millones para guerra de Ucrania. Estamos
hablando de 200 billones (de nuevo, miles de millones para el mundo hispano) en los
pasados dos años para una guerra en la que muchos, en su mayoría analistas
estadounidenses, sostienen que es una derrota segura y que se envía a la muerte a un
número enorme de ucranianos, más de 100,000 en lo que va de este año solamente.
Inclusive un alto mando de la inteligencia ucraniana le confirmó a la revista The
Economist, que una victoria ucraniana no es posible.

Esto es el resultado de crear empleos para los estadounidenses a expensas de
muertos por todo el mundo y pronto se verán esas cifras en Taiwán. Es una economía
que necesita dinero y sangre para mantener su posición de poder. Por esos las guerras
interminables de las que nos alerto Julian Assange.

Pero no vayamos más lejos, miremos el caso nuestro y veremos la hipocresía de los
títulos de las leyes de Estados Unidos. La llamada Ley Promesa que sustituye el
gobierno electo por unos virreyes que se dedican a transformar el sector público en uno
privado. Luego suman los empleos creados y restan los gastos del gobierno y salen
gritando eureka sin que nadie sepa que fue lo que paso. En realidad, todo lo positivo en
este tiempo se debe a que más de medio millón de puertorriqueños han tenido que
migrar hacia los Estados Unidos en su mayoría. Otros se van a Sto. Domingo o algún
lugar en la América Central, pero son los menos. Ese éxodo se ve en las escuelas.
¿Cuál era entonces la promesa? ¿Que teníamos que largarnos de aquí? ¿Qué la
promesa era a quienes le debíamos y por lo tanto otro prometió por nosotros pagar o
entregarles el patrimonio nuestro a los acreedores de Wall Street?

Por ahí se habla de la posibilidad de lograr desarrollo y estabilidad económica con el
uso eficiente de los Disaster Relief Funds que junto a los fondos para el COVID 19 (los
llamados fondos PUA) sumaban 120 billones. Eso es 10 veces el presupuesto del
gobierno del ELA. ¿Alguien los vio? Uno mira los números económicos y no sabe si se
tiene que reír o echarse a llorar. Digo, uno puede legítimamente desconfiar de los
números que se proyectan por esas autoridades y pensar que el cuadro es peor.
De modo que para sacar a Puerto Rico del estancamiento económico debe el estado
intervenir. ¿Cuál estado? El Congreso de Estados Unidos que es quien detenta la
soberanía del territorio no autónomo de Puerto Rico. Para eso teníamos aceptar y
poner dos cosas en claro; que los puertorriqueños somos incapaces de hacerlo por
nosotros mismos y que ellos deben gerenciar y supervisar ese desarrollo según ellos lo
diseñen. Los políticos de aquí les queda la mímica de hacer que hacen.

Según ellos, los del Plan Fiscal, Puerto Rico no alcanza los niveles de “crecimiento”
económico del 2016, cuando se aprobó Promesa. Nominalmente pasamos de 82.8
billones en 2016 a 80.5, según proyectado para 2024. Ellos estiman que de ese total 110.2 billones corresponden a transferencias federales para rescate (relief funds) y que
desde el 2017 hasta este fin de año totalizan 50.1 billones. De modo que el
decrecimiento económico disminuyendo de 82.8 a 70.4 y proyectan que disminuya a
70.3. Aún en el año del Huracán María Puerto Rico solo cayó hasta 80.1 de 82.8
billones y desde entonces con los 50 billones ha bajado hasta 70.4, el real. De modo
que si le quita el oxigeno la colonia se asfixia.

Como en Ucrania, esos fondos pasan muchos de ellos a la economía que les importa,
la de ellos y no la nuestra. La idea es sembrar en nuestras mentes que solos no
podemos ni podríamos. ¿Pero cual es el problema con este capitalismo de estado que
no da los mismos resultados que en China? Mientras China busca fortalecer el
crecimiento de la economía real de forma sostenida mediante infraestructura,
manufactura y desarrollo tecnológico, aquí se trata de mantener enchufados a los
rentistas de la economía no real. Sí, restaurar carreteras, puentes, infra estructura
eléctrica y de acueductos es necesario, pero debe tener un ritmo sostenido y generar la
industria local que contribuya no solo con mano de obra barata sino con generación de
capitales que mantengan el desarrollo. Pero si esos fondos migran de regreso a través
de suplidores, contratistas y firmas, incluyendo las que privatizan las corporaciones
públicas entonces el crecimiento se va por ahí mismo. Ese es el precio que se paga por
no ser dueño de nuestro gobierno, ni soberanos para decidir que, cuando, como, donde
y porque vamos a hacer nuestro desarrollo económico.

Fíjense en la hipocresía de Estados Unidos. La secretaria del Tesoro Janet Yellen viaja
a China y les dice que la “sobre producción en vehículos y metalurgia” en China causa
daños a los trabajadores norteamericanos. De modo, que deben evitar producir más
que ellos porque se afecta su economía. Cuando los norteamericanos aplastan la
economía de otro país se llama libre competencia y libre mercado. O sea, que su
política de libre mercado es mientras ellos dominan. Claro, al revés no es válido.
Contrario a lo que reclaman, ellos siempre han protegido su mercado inclusive de lo
que puedan hacer las colonias, como el impuesto al ron puertorriqueño, hasta ya solo
nos quedan una o dos marcas.

Nadie se llame a engaño, las colonias no existen para ser desarrolladas y les doy un
último número de las estadísticas del Plan Fiscal para el ELA. El empleo total en PR
paso 932 mil en el 2010 a 923 mil en el 2022, el por ciento de participación laboral pasó de
43.5 a 43.8 para un robusto positivo de .3% lo cual nos deja por debajo de cualquier lugar. Los empleos en manufactura desde el 2010 se han reducido en un 10% o sea, de 87 mil a 78 mil. Digo, para los que piensan que la independencia puede afectar ese tesoro de los empleos en la manufactura. Esos no van jalda arriba. Mientras unos pocos deliran con la rebaja de 52% de la deuda, los demás no lo ven en las facturas ni en el salario y mucho menos en el plato de comida.


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Un comentario en “Capitalismo de Estado

  1. Hay algunos puntos que merecen ser corregidos. El más importante es donde dice 110.2, que debe decir 10.2 y así hace sentido. Hay otros que se debe corregir y es en el último párrafo al final de la oración que termina en «lugar». Debe decir «cualquier otro estado en Estados Unidos».Hay un par más, pero se subsanan con imaginación.

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