Cambios no vistos en 100 años II

Por Reynaldo Morales

Comparto unos comentarios que surgen de unos datos que ofrecen luz sobre la importancia de los BRICS, ahora BRICS 11, de un experto financiero suizo, Marc Faber, según aparece en su artículo que reproducen en la revista digital Zero Hedge (Los BRICS cambiarán el mundo… lentamente). Entiendo que pueden ser útiles ciertos datos y su resumen sobre la evolución del poder económico y financiero de los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Creo que así podrán apreciar mejor cual es el papel del BRICS 11.

La última vez que hablé de los países del BRICS advertí que rezumaba a Guasábara contra el G7. Anuncie sobre la cumbre en Sudáfrica el 23 de agosto del corriente. Como era de esperar los medios locales e internacionales le restaron importancia como a otros eventos que le siguieron en Asia y América Latina. Por eso les traigo estas notas sobre estos acontecimientos.

Nos recuerda Marc Faber que hacia el 1944, Estados Unidos alcanzó su zénit de poder. Poseían 22,000 toneladas de oro y su industria producía el 70% de las mercancías del mercado mundial. Al finalizar la 2da guerra obtienen otros dos trofeos. El tratado de Bretton Woods y, por medio de la propaganda y la complicidad europea, les arrebatan a los rusos la victoria sobre los alemanes. De estos dos, el tratado tiene más implicaciones sobre la realidad ya que el otro es un “fake news”. En el tratado de Bretton Woods se adopta el patrón oro para respaldar al dólar, la nueva moneda emergente de poder en el campo financiero internacional. Los que dio origen al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, ambos dotados de dólares y con 43 de 44 naciones firmantes. A los firmantes se les certificaba que los dólares que recibían los podían cambiar por oro y eso aseguraba la responsabilidad fiscal de los estadounidenses.

En 1971, sin mucho bombo, Nixon anunciaba que le quitó el respaldo de oro al dólar. Veamos, eso ocurre porque si tú tienes 22,000 toneladas de oro respaldando el dólar, no debe aumentar la cantidad de dólares a menos que tengas más oro en tu tesoro. Que sucede, los franceses, y luego otros le siguen, al ver que les llegaban más dólares a su banco central desde los bancos de la indochina (Vietnam), sospechan que los norteamericanos con sus guerras en Corea y Vietnam imprimen más moneda para sufragar sus gastos militares. Por eso empiezan a reclamar que se les cambien los dólares por oro. A la altura del 1971 de 22,000 toneladas de oro le quedan 8,000 a los estadounidenses.

Los socios firmantes hacen buche y no protestan ya que era solo una medida “temporera”. El toque de Midas lo da Henry Kissinger cuando obtuvo el acuerdo con la Arabia Saudita para vender el petróleo en dólares, y así se configuro la posibilidad de no volver al patrón oro. Entonces se allanó el camino para que se convirtiese el dólar en la moneda de reserva de todos los países. Esto significa que la moneda en que esta denominada la riqueza (y el precio) en el mundo es en dólares desde entonces. Pero falta explicar algo más sobre el dominio del dólar. Las reservas en los bancos nacionales del resto de países no son en cash (para los castizos “liquida”). Como mercancía los dólares se compran para adquirir cualquier artículo en el mundo. Así nace el petrodólar y el mayor mercado de bonos del mundo porque los demás países invierten sus dólares en valores del gobierno estadounidense para ganar intereses.

Para Estados Unidos esto significa que ellos pueden ser los únicos que pueden mantener una balanza de pagos negativa, es decir que compran más de lo que venden, sin que ello genere todos los efectos negativos que eso implica para otros países. Ello nace de esa necesidad que tienen los demás para comprar con dólares cualquier producto en el mundo y eso fortalece el valor del dólar. Por el contrario, los demás países necesitan producir artículos de valor para vender y sostener su economía y su moneda. Mientras, esa compra de notas del tesoro estadounidense sirve para financiar el déficit presupuestario y con ello la maquinaria bélica que junto a una diplomacia siciliana crean las condiciones para convertir al petrodólar en un arma mortífera. Así que cuando ellos les compran a los demás le pagan con una nota de crédito (I owe you note) del tesoro, es decir con tarjeta de crédito. Así construyeron la superdeuda de 33 trillones (en español correcto sería 33 billones). A esto se le llamo el privilegio exorbitante.

Ese poderío de Estados Unidos los lleva a castigar sin piedad al que rete sus dominio político o económico. Desde Cuba, hace 60 años, pasando por Irán, Libia, Iraq y Venezuela, las sanciones se convirtieron en la manera de destruir las economías y mediante las armas convencionales la destrucción y hasta fragmentación de países junto a sus gobiernos. No haremos la larga lista de gobiernos que sufrieron golpes de estado alentados por Estados Unidos que va más allá de hacerse de sus recursos sino de mantener el control férreo del privilegio exorbitante. No admiten reto a este aparato y mantienen a raya a quienes deseen intervenir en favor de los sancionados económicamente.

Aquí es bueno explicar que solo el banco de la Reserva Federal tiene los dólares. Los demás bancos del mundo solo tienen cuentas de dólares entradas en libros de contabilidad reclamables los pagos contra el banco central de la Reserva Federal estadounidense. Es decir, que cualquier pago hecho en dólares pasa por Estados Unidos y no importa quien, ya sea individuo, corporación o país, le puede ser confiscado o congelado sus dólares mediante sanciones, solo por meras acusaciones del gobierno estadounidense, o por violentar estas medidas extraterritoriales.

De ahí el temor que generaron las sanciones a Rusia, le dieran impulso al crecimiento de los BRICS. La llamada desdolarización es un objetivo a muy largo plazo que será solo posible si se llega a divisar otro mecanismo de pago sustituto. Aquí creo que la tecnología puede ser el factor determinante si se configura una moneda digital y ocurre un cambio profundo en la manera de pensar sin dólares que será como aprender a pensar el espacio en centímetros y dejar de pensar el espacio en pulgadas. Así de difícil pero no imposible.

Así que el crecimiento del BRICS 11, tiene una agenda de retos formidable para los economistas financieros para que puedan definir un camino hacia la desdolarización. Como en todo cambio en la humanidad, hace falta liderazgo. Hay dos pilares dentro de este campo alternativo al mundo del dólar y son Rusia y China. El primero está logrando dos triunfos importantes. El primero es derrotar a la NATO en el campo de batalla ucraniano y el segundo es expandir y crecer económicamente a pesar de las sanciones de Estados Unidos y el bloque europeo. China libra dos combates importantes también contra el G7 y es uno en el campo de la inteligencia artificial y el otro evadiendo un conflicto bélico en el estrecho de Taiwán. En ambos logra importantes triunfos y asesta duros golpes a los intereses económicos de Estados Unidos y sus aliados tanto en la guerra tecnológica como en la geoestrategia bélica.

Es evidente que ambos países entusiasman al resto del mundo para lograr profundos cambios como los “no vistos en cien años”. La lista de países que se alinean para pertenecer al BRICS 11, se concretó con 130 países que asistieron a la cumbre en Sudáfrica. Rusia abre el Foro del Este Asiático y proclama que será la región del Asia pacifico la prioridad para el crecimiento económico de Rusia en este siglo con la participación de decenas de países e incluyendo a la República Democrática de Corea del Norte. Finalmente, en Cuba se celebra la cumbre del G77 más China con una gran participación y el compromiso de China de promover el crecimiento económico de todos los países miembros. Por otro lado, Europa continúa sufriendo las consecuencias de sus políticas de respaldo a la NATO y a las políticas erráticas de la Unión Europea. Alemania, que sostuvo al euro con las grandes exportaciones de autos, maquinarias industriales y químicas, se desploma en recesión y con ello se desploma el euro que anticipa llegara a ser de 0.85 euros por dólar para el 2025.  

Detrás de este escenario geopolítico de lucha por el poder hegemónico se oculta la lucha de clases. Porque el impulso hacia estos cambios emana del deseo de los despojados de llegar a construir una sociedad más justa. Si bien los BRICS 11 no son una internacional socialista, pueden ofrecer una ventana de oportunidad para lograr que más gobiernos logren sus respaldos de las masas democratizando la participación de la riqueza. Porque son ellos a quienes más castiga el privilegio exorbitante.


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