¿Qué puede pasar?

Por Reynaldo Morales

En días recientes he notado un cierto letargo en la acción de un sector del independentismo. Ahora mismo están centrando la actuación en lograr una aprobación de enmiendas al Código Electoral del 2020, por parte del ejecutivo. Tienen razón los que apoyan esas enmiendas y solicitan la aprobación.

¿Qué les falta para convencer al gobernador? Los “americanos” le llaman a eso “leverage”, en castizo le dicen apalancar o hacer palanca. Es utilizar algo que debe servir de palanca. En sentido figurado eso es tener con que hacer mover el objeto pesado con un mínimo de esfuerzo porque la palanca multiplica la fuerza. En la vida eso se puede hacer de muchas formas. En la mafia italiana recordamos aquella frase del Padrino de hacerle “una oferta que no puede rechazar”. ּ¿Ahora bien, cómo se puede convencer a quienes no ven en uno la fuerza que los pueda hacer mover? Ni siquiera la mayoría de los votos en la legislatura convencen al gobernador. Al gobernador, y a la minoría PNP, no les hace falta cambiar la ley.

La legislatura puede tener otros medios de persuasión. Hasta un susto puede conseguir mucho. Eso sí, el que asusta tiene que parecer muy real y convincente en la amenaza o la sorpresa. Yo he insistido en que hay en Puerto Rico la necesidad de presentar una resolución en nuestra legislatura que solicite del Congreso estadounidense el reconocimiento a la independencia de Puerto Rico. De ridículo para abajo creo que me lo han dicho todo y no pienso hacer la lista.

En el mejor de los casos me han dicho que están de acuerdo conmigo pero que no hay ambiente. Como si se tratara de una fatalidad. Según ellos, hay en los principales representantes del independentismo (el PIP) y en los que se atribuyen ser los que más independentistas tienen (el MVC), conversaciones de alto nivel que implican algún grado de aplazamiento para esos reclamos. Existe la aspiración a ganar el ejecutivo o al menos la poltrona municipal de San Juan en las elecciones del 2024. Eso tiene como acuerdo implícito gobernar primero la colonia de tal manera que los puertorriqueños, en su mayoría, no tendrán duda de que estos nuevos rostros e ideas son tan superiores a los del binomio PNP/PPD, que estarán dispuestos entonces a llevar a cabo una asamblea de pueblo para resolver el “problema de estatus”. Si eso va a ser prieto y puya o con azúcar y leche, no lo se. Digo, quiero decir con o sin el concurso de los estadounidenses.

Lo que sí está claro es que no incluyen hacer el reclamo de independencia desde la legislatura porque sencillamente no planean ganar la legislatura. Si les cae del cielo en las manos como el maná, bienvenido sea. Quién sabe si entonces se atreverán. Lo que necesitamos es un Don Julio Medina González para llevar a cabo esta tarea o alguien que recoja el batón. Ese, o esa será una puertorriqueña que entienda cómo se hace política y como se enfrenta al poder. En Puerto Rico eso requiere saber quién detenta el poder y a qué le teme. Yo no quisiera pensar que los independentistas le temen a la independencia.

¿Porque el gobierno estadounidense le teme, o le temería, a un reclamo de independencia desde la legislatura de Puerto Rico? El que no saca la cabeza del MSM (main stream media) o, mejor dicho, los grandes medios de comunicación, no sabe la gran batalla que se libra actualmente en la geopolítica mundial. El gobierno de Estados Unidos se empeña en mostrar una situación de total control en el campo internacional, pero lo cierto es que enfrenta unas situaciones tan difíciles como las de tener que reconocer que vivimos en un mundo multipolar. Está amenazada su condición de “líder mundial”. Entre otros asuntos que ellos les exigen a otros países está la defensa de las soberanías de pequeños países en el mundo; véase Taiwán, Ucrania, los Uigures en China, Kosovo y posiblemente un estado Kurdo. Si, eso es en algunos casos porque ellos no lo hacen con Escocia o Cataluña y eso puede explicar la conducta de los sumisos españoles.

Un caso como el de Puerto Rico puede poner en peligro esa reputación y/o los apoyos que recibe de sus aliados. Además, pueden aumentar los ataques de sus enemigos en la geopolítica. En pocas palabras arruina su prestigio político. Abrir un flanco para que le exijan que conteste el reclamo que le hacen los puertorriqueños es quizás para algunos poco importante pero los que conocen el escenario internacional saben que no es un hecho menor. Si se tratara solamente de gritos de la minoría local quizás no tenga mucho impacto, pero si esa minoría tuviese posibilidades de llegar al poder, o de convencer y convertir esa posibilidad en mayoría, entonces es un problema que puede atraer la atención del poder para evitar escenarios no deseados.  

Si en la legislatura quisieran levantar cabeza esa sería una manera de hacer que el poder los respete. Esa es la palanca que necesitan para que puedan ver cuánto se puede hacer. Pueden hacer que se enmiende el Código Electoral, que se deje de enmendar los presupuestos por la Junta, que se deje de fastidiar con la Universidad, con la educación, con la salud, con los servicios básicos de energía y agua. En fin, se puede hacer que los respeten a todos y hasta que eliminen la Junta, que eliminen las leyes de cabotaje, que hasta condonen la deuda. Claro, si alguien quiere probarme lo contrario solo tiene que hacer la prueba.


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