Por Carlos R. Alicea Negrón

El imperio estadounidense, con su régimen colonial, persigue imponer un control que permita apoderarse de las riquezas que generan los trabajadores puertorriqueños, objetivo fundamental de tener una colonia.
Persiguen hacer extranjeros a los boricuas en su propia tierra. Esto requiere entonces el acaparamiento de los haberes nacionales, control de los procesos económicos fundamentales, diezmando la fuerza económica nacional y supeditando la economía nuestra a la estadounidense.
Por ello, las primeras dos medidas económicas estadounidense en 1898 fueron, devaluar la moneda que existía en un 40% y la segunda medida la sustitución del régimen tributario sobre la tierra de uno basado en la producción de la tierra a uno donde se tributaba solo por poseerla, aunque estuviera ociosa.
Una de las principales herramientas de opresión económica en la colonia, es fomentar el desplazamiento de los puertorriqueños, desplazamiento físico de sus tierras, de su nación, desplazamiento de todas las posibilidades de empoderamiento, económico y social, que sostendrían la posibilidad de resistencia nacional para derrocar el colonialismo y alcanzar la Independencia.
La migración forzada fuera de Puerto Rico demuestra claramente el desplazamiento de nuestra gente. Sus consecuencias, el desplazamiento social-cultural y el intento de destruir redes de solidaridad en la comunidad. Sin embargo, la historia demuestra que los boricuas desplazados replicaron las redes de solidaridad en las tierras foráneas a los que fueron forzados a llegar.
El desplazamiento se manifiesta con el acaparamiento de las tierras agrícolas y la supeditación de los trabajadores boricuas a la economía colonial. El ocultar las posibilidades de maneras de vivir que partieran desde la autogestión y sustentabilidad colectiva de los boricuas en sus tierritas y espacios comunales.
Hoy se manifiesta en la destrucción de los terrenos agrícolas, en la destrucción de los recursos naturales de la nación, desde el agua, la región Karsica, los terrenos anegados, las costas, para dar algunos ejemplos. Se promueve la desaparición de comunidades que custodian los conocimientos y las energías de defensa y resistencia de los haberes nacionales.
Otra forma de desplazamiento, es la destrucción y marginación de la rica historia de lucha comunitaria, en sus diversas manifestaciones, contra el colonialismo y el imperialismo. El desplazamiento de narrativas radicales ocultando los caminos andados, los aprendizajes acumulados, sustituyéndolos con visiones y calcos ajenos a la lucha contra el colonialismo e imperialismo estadounidense, Desplazamiento que intenta minar las energías de resistencia y las posibilidades de cristalizar la visión clara liberadora para nuestro pueblo, que requiere derrocar del colonialismo y la Independencia Nacional.
Así que enfrentemos con militancia y precisión las diversas maneras de desplazamiento que utiliza el imperio contra nuestro pueblo, recordemos que no es nuevo y que tenemos la experiencia y los conocimientos para poder enfrentar, resistir y revertir esos intentos de genocidio contra nuestro pueblo. Insistamos en la visión de lucha por la Independencia Nacional, necesaria para ejercer la soberanía política que nos dará la posibilidad de crear una nación justa, digna y libre para beneficio de todas y todos los puertorriqueños.
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