
La cacareada privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica, que anunció con bombos y platillos, el “fin de la ineficiencia de la AEE”, “energía eléctrica más barata y un servicio más eficiente”, está clavando al trabajador y la trabajadora puertorriqueña.
Los Larry Seilhammer y Bhatia de la vida, principales propulsores de la “transformación de la AEE, con la complicidad del PNP/PPD, bajo las ordenes del neoliberalismo estadounidense, le inflige un golpe continuo y constante a los boricuas imponiéndoles un gasto cada vez más alto a la energía eléctrica. Hay que señalar que los del PNP/PPD han endosado la privatización en menoscabo de la calidad y mejores intereses de nuestro pueblo.
La semana pasada Ramón Luis Nieves (PPD) decía con su boca de comer, que LUMA no era tan responsable de los aumentos, que la razón era porque los generadores de la AEE «son viejas y por tanto ineficientes.» Utilizando una mentira que fue desmentido por nuestro artículo La privatización de la AEE, que pueden ver al final de este artículo.
Igual de mentiras las expresiones de Jennifer González, sobre cuán indignada está por la manera que LUMA ha operado el sistema. Expresó la congresista sin voto, «yo creo que cancelar el contrato tiene unas consecuencias graves, pero mantenerlo como está, sin supervisión y fiscalización, también. Se piden aumentos a veces por el alza en el precio de combustibles y otras no. Amerita que la legislatura y el ejecutivo empiecen a fiscalizar constantementeel contrato de LUMA. «La persona que negoció el contrato firmó unas clasulas leoninas que hacen que el gobierno tenga que pagar más por una cancelación.
La verdad que el cinismo de Jennifer no tien paragón. Fue la misma gente de su partido y la administración colonial las que negociaron las clasulas leoninas. Fue Wanda y Pedro Pierluisi, con la complicidad del PPD que diseñaron este contrato e impusieron el mismo al pueblo.
Esa agenda de privatización es la misma agenda neoliberal-privatizadora que va a robar miles de millones de dólares para ser entregados a los buscones de LUMA.
Además, de querer empujar una agenda de “transición” a la energía renovable, endilgándonos “gas natural”, que nos seguiría encadenados a un recurso no renovable y que no controlamos, dependiendo de los mercados globales, por lo que no nos brinda “soberanía energética”. Además de perpetuar el modelo corporativo energético en los proyectos de energía renovable, que lo que busca es, apoderarse de los miles de millones de dólares designados para la reconstrucción del sistema eléctrico y peor aún darle control a corporaciones foráneas para que expriman a los trabajadores y trabajadoras boricuas en lo que es una necesidad esencial del pueblo.
El acceso a la energía, como un derecho humano del pueblo, no puede estar sujeto a que su disponibilidad depende de si la gente la puede pagar o no. Y esa garantía de acceso es por lo tanto incompatible con la esencia de una producción y acceso de energía corporativa. Además, en nuestra nación, invadida y ocupada eso abre la puerta para que terroristas ambientales, como la AES, se les quiere lavar la cara y permitirles que agarren una cantidad sustancial de chavos con su genocidio ambiental y ecológica contra.
Las políticas energéticas tienen que estar guiadas por unos principios fundamentales y creemos que la visión de la misma puede partir de las siguientes sugerencias:
a) Las estrategias de energía para la nación tienen que tener con el objetivo primordial que las mismas sirvan como vehículo para garantizar que todas y todos puedan alcanzar una vida digna, justa, saludable;
b) Las estrategias de energía para la nación tienen que servir como puntales para promover, crear y sostener una economía ecológicamente sustentable;
c) Las estrategias de energía para la nación tienen que servir como puntales para promover, crear y sostener reciprocidad con las condiciones geográficas, ambientales del archipiélago boricua y de la región Caribeña;
d) Las estrategias de energía para la nación tienen que servir como puntales para promover, crear y sostener una red energética integrada y holística con la Región Caribeña, sosteniendo desde el punto de vista de la Energía la visión de la Confederación Antillana que visualizaron y avanzaron Martí, Hostos, Betances.
Por ello, hay que respaldar las diversas propuestas de democratización energética que muchas comunidades y organizaciones han esbozado y defendido históricamente en nuestra nación. Ahora no se puede perder de perspectiva que por más clara, hermosa y necesaria que pueda y que es la visión energética que tengamos, su lucha y su concretización tiene que estar ligada directamente a la lucha por el fin del colonialismo-imperialismo en Puerto Rico. Solo en el pleno ejercicio de la soberanía política de nuestro pueblo, bajo la independencia, es que se nos da la posibilidad de garantizar la implementación de una política pública energética concebida como un derecho humano para el pueblo y como garantía para la esperanza y desarrollo económico de nuestra nación. Son insoslayables esas dos luchas. La única manera de tener un verdadero chance y oportunidad de rescatar la AEE y liberarla para que se pueda concretar la misma a plenitud como pilar de la nación, es avanzando y trabajando para la descolonización y liberación de nuestra nación. Oponerse a la privatización de la AEE, es un paso en esa dirección. Pero hay que deslindar claramente que la política energética liberadora que permita alcanzar, lograr que se cumpla con el principio de que la energía se trate como un derecho fundamental del pueblo, no se ha logrado y no se puede lograr con una AEE dentro del régimen colonial. Hay que ir más allá.
Artículo de referencia – https://movimientoninnegron.wordpress.com/2021/10/11/la-privatizacion-de-generacion-de-energia-de-la-aee/
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