“Sin soberanía política no puede existir soberanía alimentaria”

La lucha por la soberanía alimentaria tiene que estar claramente ligada a la lucha por el fin del régimen colonial que solo es posible, en nuestra nación invadida y ocupada, con la Independencia Nacional. Solo desde la Independencia Nacional, se crearía la posibilidad de ejercer los poderes soberanos que podrían desarrollar e implementar las medidas que aseguraban y permitirían la soberanía alimentaria para nuestro pueblo.
No hay manera de alcanzar la soberanía alimentaria en la colonia. No existe soberanía en la colonia. Y de hecho, la soberanía alimentaria por definición es necesaria y revolucionaria y chocaría con la inherente naturaleza de la colonia y contra la lógica económica de la economía colonial.
Por ello, en las primeras acciones imperiales de los Estados Unidos en la nación que invadieron y ocupan desde 1898, fue controlar y acaparar la tierra en general y los terrenos agrícolas en específico. Fundamental a la dominación y control colonial es eliminar y coartar las posibilidades de acceder a la tierra a los trabajadores y trabajadoras boricuas que les permitiera tener la posibilidad de desarrollar la autogestión y por ende libertad. Negar la posibilidad de poder producir alimentos para sus familias y comunidades era visualizado como una manera de control colectivo del pueblo lo que facilita entonces la dominación estadounidense.
Por ello, la difusión de una narrativa que degradan y condenan conocimientos agrícolas de nuestros agricultores. Diseminar la mentira de que aquellos pueblos invadidos son incivilizados, “incapaces de crear”, de producir, de tener herramientas para crear las condiciones materiales de existencia para todas ellas y todos ellos.
Por ello es necesario que sean “educados, civilizados” por aquellos y aquellas que pertenecen a una sociedad “avanzada y civilizada”, establece la arenga colonial. Esta acción se implementa junto a un proceso de cooptación o degradación de los conocimientos de la sabiduría campesina, se implementan medidas que niegan los conocimientos de producción agrícola de nuestros jíbaros-campesinos, se desarrollan campañas para desdeñar productos agrícolas nacionales, para condenar y hacer invisible. Es una forma de apropiarse de la riqueza del conocimiento nuestro teniendo como meta el completo control y supeditación de la producción agrícola y por tanto la alimentación del pueblo, a los invasores y al imperio.
Dentro del régimen colonial el control de la producción agrícola es una herramienta de destrucción masiva. Sus consecuencias han sido: a ) conocimiento agrícola en el país necesita ha sido robado, perdido, desechado, coaptado, por eso debe ser rescatado y redescubierto; b) entrega a las corporaciones, como Monsanto, de inmensos subsidios( valiosos terrenos agrícolas en manos de estas compañías depredadoras) para avanzar el “desarrollo agrícola” privatizado, hay que acabar con esa payola; c) la colonia en su visión económica de “desarrollo” correspondiendo a los intereses de la nación que nos invadió, sembró extensos terrenos agrícolas de cemento, centros comerciales, carreteras y ahora propone sembrar excelentes tierras agrícolas con molinos de viento, fincas de paneles solares, mucho concreto y avanzado una agenda de privatización de la producción de energía eléctrica, agenda que hay que detener; d) es la colonia y su agenda económica impuesta la que ha entregado grandes extensiones de tierras agrícolas a privatizadores agrícolas que han envenenado los suelos, las aguas, superficiales y subterráneas, creando serios retos para estas y futuras generaciones de concretar nuestra soberanía alimentaría; e) es el modelo económico colonial el que ha arrasado bosques, terrenos anegados, destruido ríos y acuíferos, diezmando los patrones de accesibilidad del recurso agua, acelerado la erosión y la destrucción de terrenos agrícolas; f) y por último el gobierno imperial capitalista el que le da protección a corporaciones de agro negocios, para que se roben semillas y las patenten, les permite y legitima con un barniz de aprobación de ciencia el que se tiren al mercado semillas genéticamente modificadas.
Por ello, avanzar un proyecto de soberanía alimentaria requiere, necesita el derrocamiento, el fin del régimen colonial en Puerto Rico. Esto requiere una visión clara y un compromiso inquebrantable. Requiere de una fuerte lucha, sin lugar a dudas esta batalla tiene como requisito fundamental el que sea un esfuerzo colectivo que tenga como parte fundamental de su agenda una visión liberadora para nuestra nación. Solo desde la Independencia Nacional es posible implementar la agenda nacional para la soberanía alimentaria porque bajo la colonia, ese proceso revolucionario es una amenaza a las objetivos económicas, políticas de la nación estadounidense, por ello siempre serán, en complicidad con sus organizaciones gentrificadoras ogeneistas, enemigos de la soberanía alimentaria para nuestro pueblo. La soberanía alimentaria es incompatible con su agenda de control y esclavitud. En la segunda parte de este escrito se compartirán algunas ideas guías para la discusión y lucha hacia la soberanía alimentaria.
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