“Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. “

José Martí

Una de las más insidiosas prácticas de la imposición de un régimen colonial es la difusión de las celebraciones “patrióticas”, del país invasor a la nación invadida.   En nuestra nación, invadida y ocupada, esto es el pan nuestro de cada día.  Que sí el día de Washington, primer presidente de la nación estadounidense, dueños de esclavos, terrateniente elitista y blanquito; que si el día de los Presidentes, ¿celebrar a Truman criminal de guerra que arrojó la bomba atómica asesinando a cientos de miles de civiles en Japón?; ¿celebrar a  Theodore Roosevelt, que ordenó la invasión y el establecimiento del régimen colonial sobre nuestra nación?;  ¿celebrar a Bush, o Trump o Obama, todos criminales de guerra que invadieron y atacaron países para sostener el imperio estadounidense.  ¿Celebrar el día de la Independencia de  los EUA, el 4 de julio, una nación que pregonaba en el preámbulo de su declaración de Independencia?:

 “Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad.”

Bonito discurso cuando aún tuvieron por más de 90 años después el sistema de la esclavitud y que esa declaración sobre los hombres, incluía solo a los hombres blancos y ricos.  La misma nación que sostuvo desde 1873 la doctrina de “iguales pero separados” para perpetuar la opresión y marginación de la mujer negra y el hombre negro en esa nación. 

Es una aberración y una barbaridad bárbara el que se quiera normalizar bajo un manto de excepcionalidad las mentiras que sostiene el lavado de cerebro colonial que los EUA disemina sobre nuestra nación.

Y así caminamos en esta nación nuestra, que quieren las instituciones coloniales e imperiales, adoctrinar,  crear nociones irrisorias de superioridad, intentando borrar y hacernos abrazar la ideología de la excepcionalidad estadounidense y tratando de privarnos de creer y afirmar nuestra nacionalidad e identidad de nación.  Y a pesar de sus altas y sus bajas, esa nacionalidad, esa militancia, esa identidad de nación sigue viva, y florece y se expresa inusitadamente e insistentemente, desde nuestro pueblo y para nuestro pueblo, aquí en el archipiélago nacional  y en el exilio.

Por eso repudiamos estas celebraciones imperiales y coloniales.  Y seguiremos con la machaca de que somos una nación, una nación invadida y que oprimen las fuerzas militares-judiciales-policiales de los EUA.  Y se le añade el violento ataque cultural-social al imponer estas celebraciones de morondanga.

El Movimiento de Liberación Nacional si fuera a celebrar algún Presidente, celebraría y pregonaría al primer Presidente de la República de Puerto Rico; República proclamada desde la lucha gloriosa del pueblo, el Grito de Lares.

Solo esa gesta, simbolizada en asumir la responsabilidad al que lo llamaba su pueblo contra el imperialismo y colonialismo español; que reivindicaba el inexorable caminar de un pueblo a su independencia, merece ser celebrado, pregonado, anunciado a los cuatro vientos porque en “En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana”.

Así que hoy no celebramos “los presidentes”  de la nación imperial que nos condena  a la continua y consistente explotación económica y violencia racista que es el colonialismo.  Y resaltamos a  Francisco Medina Ramírez, Primer y único Presidente que merece ser reconocido y celebrado por nuestro Pueblo, porque encarna el compromiso militante y el inexorable camino y destino de nuestro pueblo, su Independencia Nacional.