Por Carlos R. Alicea Negrón

El punto de partida del debate sobre el derrocamiento de las instituciones coloniales en Boriken debería partir desde la innegable realidad que Puerto Rico es una nación.
Es una nación, invadida, ocupada, violentamente saqueada. Una nación convertida en una máquina de producción y extracción de
riqueza para los EEUU. “El negocio de los EEUU son los negocios”, sentenciaba allá en el 1925 el Presidente estadounidense Calvin Coolidge. Para dejar claro que las acciones de esa nación independiente están guiadas para avanzar sus negocios y claro está obtener ganancias. El altruismo atribuido a los EEUU choca con este principio de negocios que es como la tarta de manzana, bien estadounidense. Así que la relación colonial impuesta a nuestra nación está sostenida y pretende ser perpetuada porque es un negocio redondo para los EEUU. Miles de millones son extraídos de nuestra nación en proporción de 70 veces lo que alimenta y sostiene la economía de los EEUU en comparación a lo que nos “dan.” Y en la actual coyuntura, donde sin vergüenza aceptan y reconocen sin sonrojarse, lo que la totalidad de los boricuas que creen en la independencia, machacaban, que nuestra Nación es una colonia, nos quieren perpetuar el saqueo, con la Junta de Control Fiscal y el que paguemos una deuda ilegal, ilegitima y odiosa.
La única manera de que podemos anteponernos ante semejante barbaridad es cambiando la correlación de fuerzas y a la misma vez que movamos más y más boricuas hacia la independencia, seguir generando la alianzas con sectores de lucha anti-imperialista y anti-colonialista en los EEUU; con los sectores liberales –progresistas siempre dictándole la agenda que tienen que seguir y con la comunidad exiliada Boricua, los anti-imperialistas y anti-colonialistas y en la tarea de mover a todas y todos hacia la independencia.
También es fundamental que hagamos las alianzas internacionales, utilizando todos los foros internacionales habidos y por haber. Sin embargo, hay que romper la camisa de fuerza cumbrerista-internacionalista, que ha guiado la lucha por la independencia en una monopolizada por visiones ilusionistas, legalistas, que carecen de sustancia y de lazos con los sectores más militantes y radicales del globo en general y de Nuestra América en específico,
A la luz de estas reflexiones iniciales es que se debe evaluar la propuesta del proyecto de “Auto-determinación de Puerto Rico”, que ha desatado un debate que oscila entre la denuncia a ultranza de los sectores retrogradas, asimilistas-colonialistas que asolan nuestra nación (PNPPD) hasta las diversidades de reacciones del Movimiento de Liberación Nacional.
Esta propuesta, echando a un lado la intencionalidad de la misma, no parte desde el principio fundamental esbozado en esta reflexión de que Puerto Rico es una nación. Una acción afirmativa de los EEUU con respecto a que Puerto Rico es una nación invadida y ocupada, debería comenzar con establecer mínimamente lo siguiente:
1. Una resolución vinculante del Congreso de los EEUU de abolir la Ley 600 y la derogación inmediata de todas las políticas de interferencia de índole militar de los EE.UU. y las instituciones gubernamentales en los asuntos económicos y políticos de nuestra nación.
2. El reconocimiento del gobierno EE.UU. al nuevo gobierno de transición de Puerto Rico que dirigirá el proceso de descolonización de nuestra Nación. Este gobierno de transición deberá ser establecido por una Asamblea Constituyente de la República de Puerto Rico
3. Una resolución de los EE.UU. ante la Naciones Unidas reconociendo que Puerto Rico es una colonia y que en este momento los EE.UU. se presenta ante las Naciones Unidas solicitando apoyo para sostener y avanzar el proceso de descolonización de Puerto Rico.
4. La liberación inmediata de todos los presos políticos puertorriqueños de las cárceles de los EEUU. Y como señal de buena voluntad y de propósito de emendar sus crímenes de lesa humanidad por sostener la imposición de un régimen colonial, la liberación inmediata de todos los presos políticos en cárceles estadounidenses de los diversos movimientos de lucha revolucionaria, entre ellos Leonard Peltier y Mumia Abul Jamal y muchos otros.
5. La eliminación y derogación de todas las fuerzas militares-policiales «aplicación de la ley federal» en nuestra nación, incluyendo el FBI, ICE, HLS, la Guardia Costera (todos sus edificios y el equipo deben ser traslado a la propiedad del nuevo gobierno de Puerto Rico como parte de un pago inicial de la deuda colonial le debe por los EE.UU. a nuestro país por 117 de los derechos económicos, humanos y la explotación política).
6. Una creación de un grupo de negociación que sentarse a discutir un proyecto de reparaciones; la liquidación de todas las deudas tóxicas incurrido durante 117 años de EE.UU. ocupación en nuestra nación, incluyendo la pérdidas por la destrucción de la base agrícola; la destrucción deliberada de nuestras industrias locales y negocios debido a las políticas coloniales, de la migración forzada de nuestros hermanos y hermanas y el capital social y económico que esto representa; la esterilización de nuestras mujeres y la experimentación en nuestro pueblo (esto no excluye el derecho de las personas a demandar a la búsqueda de compensación); y la última entre otros ejemplos, el pago debido a la contaminación militar en nuestras islas.
7. Asumir inmediatamente la deuda ilegal, ilegitima y odiosa acumulada durante el régimen colonial impuesto sobre nuestra nación. De esa manera la riqueza generada por nuestros trabajadores y trabajadoras y que quieren saquear se dirigiría a un programa de recuperación económica que estimule a las pequeñas empresas y cooperativas agroecológicas locales y regionales que utilizan el concepto de la semilla a la mesa, por ejemplo.
8. Un análisis de las reparaciones y deudas incurrir por EE.UU. debe incluir el económico., La explotación social y humano de todos nuestros hermanos y hermanas en la diáspora, incluyendo los años de la «aplicación de la ley», la persecución, el hostigamiento, asesinatos y encarcelamiento, como algunos ejemplos de los impactos de la colonización de nuestra nación.
Una lectura somera de esta propuesta refleja claramente que ni una sola de estas condiciones, que todo puertorriqueño que cree en la independencia debería exigir y demandar se encuentra en esta propuesta. Y entonces esto es otra acción más para darle vuelta a la noria.
El asunto es que solo podremos empujar una agenda más radical si cambiamos la correlación de fuerzas numéricas hacia la independencia. Ahora cuidado, eso no quiere decir que el derecho inalienable a la independencia de nuestro pueblo dependa de si la mayoría de la gente apoya a la independencia. El derecho a la independencia es irrenunciable para una nación. Así que como pueblo organizado nos toca:
1. Creación de un gobierno de transición de descolonización con representantes de los sectores de la diáspora que creen en la descolonización e independencia excluyendo personas y organizaciones políticas partidistas y de la sociedad civil que han colaborado y han sido participes de la mentira del gobierno propio y han servido para legitimar las políticas económicas y políticas que nos han llevado a esta «crisis».
2. Un programa económico-político-social de liberación nacional debe ser presentado y creado. Esto debe incluir, entre otros:
i) Un programa para rescatar nuestra economía y soberanía alimentaria basada en la agricultura y desarrollada sobre proyectos agroecológicos locales y regionales.
ii) La aplicación de políticas arancelarias para proteger nuestra agricultura.
iii) Un programa que se centrará en la creación de políticas de desarrollo reales que conducirán a la nación hacia la sostenibilidad basada en deshacerse de la construcción y la difusión de que cualquier uso de cemento es equivalente al crecimiento económico; la transformación ecológica de nuestras ciudades, la eliminación del uso intenso de los coches; el desarrollo de núcleos urbanos que son holísticos, saludables y habitables.
iv) La intervención fiscal a todas las grandes cadenas estadounidenses y las empresas extranjeras que ha servido con la grande cuchara, por lo que estos pueden protagonizar a pagar salarios dignos y su parte justa de impuestos en nuestra nación.
v) La creación de un Ministerio de Descolonización que coordinará e implementará un programa nacional y desarrollará políticas para la descolonización a nivel nacional. (Ejemplo Bolivia).
Vi) La abolición del Sistema de Salud y de la mafia corporativa que hoy lo controla y obtiene inmensas ganancias en menoscabo de la salud del pueblo y la creación de un sistema de salud basado en la Prevención, sacando las aseguradoras como intermediarias. Reafirmando el principio fundamental que la salud es un derecho no un privilegio para quienes lo pueden pagar.
vii) La creación del Ministerio de Desarrollo Sostenible, que se encargará de coordinar y crear las políticas que dirigirán entre otros, la protección de los recursos naturales de la Nación; el desarrollo del ecoturismo coherente, el uso del suelo, la gestión del agua y su uso en la nación; el desarrollo del sistema de transporte en masa verde apropiado; la investigación para limpiar la contaminación causada por las corporaciones USA y la institución militar en nuestro país; son algunos ejemplos solamente.
3. El reconocimiento de todas las iniciativas de transformación, proyectos que están sucediendo en nuestra nación, en el exilio y el archipiélago de crear intencionalmente un espacio de solidaridad, apoyo y fortalecimiento de iniciativas de desarrollo comunitario desde la base hacia arriba.
4. La creación de un grupo de negociación que viajará a América Latina en busca de la creación de los tratados comerciales en el marco del ALBA y la CELAC.
Hay que exigir un proceso de discusión y debate para desmantelar el régimen colonial en Puerto Rico debe partir desde la conceptualización de que somos una nación. Un documento que niega ese hecho y afirma como verdad la mentira del pacto; mentira utilizada como excusa para perseguir y encarcelar a los héroes de la lucha por la nación Boricua, no parte de esa verdad innegable. Esta acción tiene otras intenciones. Busca conducir los derroteros de nuestra nación, negando la independencia como única solución al fin del régimen colonial, hacia la perpetuación de la colonia. Amarrarnos a un proceso legalista que valida la violencia y el crimen de lesa humanidad que se ha cometido contra nuestro pueblo por más de 125 años. Hay que exigirle a ese Congreso acciones para el fin de la colonia pero la responsabilidad de quienes creemos y sabemos que la independencia es la única solución, es:
- Hablar con claridad lo que debe ser ese proceso basado en el derecho internacional;
- El organizar y actuar para mover la correlación de fuerzas donde una masa crítica de nuestro pueblo defienda, vea la independencia como la única solución aceptable para terminar la colonia;
- No legitimar acciones espurrias que legitiman la colonia, que defienden la anexión, la que don Pedro llamó la culminación de la colonia, como una formula descolonizadora.
Cerramos afirmando que nunca aceptaremos nada que no sea la independencia como alternativa para derrocar el régimen colonial de Puerto Rico. Nos enfrentaremos con todas las energías de vida a defender y avanzar la concreción de la Nación Boricua, porque esa es una forma digna de ofrendar la vida.
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