Por Reynaldo Morales
Recientemente comentaban Max y Stacie, en el programa en “The Kaiser Report” de la empresa de comunicaciones Rusia Today,

que probablemente el dólar enfrente serios problemas para mantener su hegemonía en el mundo de las monedas. Quien diría que una de esas amenazas proviene de una criptomoneda, el Bitcoin. Sucede que para estimular la economía durante la pandemia del COVID la Reserva Federal disminuyó los intereses hasta casi 0 interés sobre el principal y así inyectaron más dinero en la economía a través de compra de activos tóxicos (deudas difíciles de cobrar) de las grandes empresas bancarias y otras megacorporaciones financieras a expensas de aumentar el déficit fiscal (nombre fancy para llamar así a la deuda pública, si claro, la misma que pagan los contribuyentes). El propósito era estimular la economía para mantener y crear más empleos. Para ello, se emite más deuda que, al tipo de interés al momento del pago, recibes menos de lo que prestas porque la inflación crece más que el margen de interés que acumula la deuda.
¿Qué consecuencias tiene esa realidad para el inversionista que quiere proteger su riqueza? Pues mira a su alrededor y busca donde el valor de lo obtenido se puede proteger mejor. Ciertamente el dólar no está aumentando de valor por lo que eso hace atractivo invertir en criptomonedas. Sí, ya sé lo que piensan. Eso es un esquema piramidal (Ponzi Scheme). ¿Acaso invertir en la bolsa no es otro esquema piramidal también? A esa misma conclusión vienen llegando muchos multibillonarios también como Elon Musk, que sabe que en esos esquemas lo mejor es llegar primero. Hay múltiples razones para pensar que es mejor las criptomonedas que el dólar o los metales y casi todas tienen que ver con portabilidad, rapidez y la mejor es la inconfiscabilidad de la criptomoneda. Mi pregunta sobre el tema es ¿en que invierte el que vende Bitcoin? Cuando conozca la respuesta la comparto y así sabremos si es buena o no la inversión.
Pasando a otra parte de ese problema. La intención de esa inyección se fue a dos lugares muy convenientes para los inversionistas del Uno por ciento, pero claro, menos al lugar que le importaba al gobierno, la creación de empleos. No vayan a creer que no lo sabían. Ese dinero se fue a la compra de acciones de sus propias compañías, los metales y a las criptomonedas. ¿Dónde se crearon los empleos productivos? Claro, en China que ha visto levantar la economía, aumentar la inversión extranjera y controlar el COVID. ¿Porque compran acciones con el dinero prestado de la Reserva los muchachos de Wall Street? Porque rinde mayores ganancias en menos tiempo. Después de todo, ellos son dueños del 80 por ciento de esas acciones y así los jefes ejecutivos les reportan más dividendos a sus accionistas y ellos obtienen mejores paquetes de bonificaciones y retiros. Yo sé, ese es otro esquema piramidal, pero ellos solo juegan con su dinero, que claro lo pagan los contribuyentes. Súmale a eso que se llevan las ganancias a paraísos fiscales porque ahora no se le llama evasión de impuestos sino evitar impuestos. En eso quieren convertir a Puerto Rico con las leyes 20 y 22 de Fortuño. Caray, Fortuño siempre pensando en ayudar a sus amigos.
Aun así, hay economistas neoliberales que ven buenas noticias. Por ejemplo, indican que los estados que no implementaron los cierres totales por COVID han recuperado y creado más empleos. Si estos cínicos le suman el medio millón de muertos por COVID verían que por ahí también disminuyó el desempleo. El problema es que Estados Unidos se desindustrializa aceleradamente, aunque aún tenga su fuerte sector agrícola. Esto último tiene su explicación con el dólar como moneda de intercambio comercial.
Verán, el dólar se tambalea, pero no caerá fácilmente. Con todos estos golpes puede, y debe ser probable que mantenga su sitio en el intercambio comercial internacional por algún tiempo. Fuertes vientos azotan también ese sitial de privilegio que fue ganado a partir de la segunda guerra y que lo provoco el resultado de la primera guerra. Resulta que los Estados Unidos, no siguieron costumbres y gestos de caballerosidad y les negaron la condonación de deudas a los aliados en esa primera guerra; Gran Bretaña y Francia. Naturalmente los británicos tampoco le permitieron a los derrotados dejar de pagar por sus gastos y al pasarle la deuda impagable le entregaron Alemania al nazismo. Después de la segunda guerra, la única economía con superávit era la norteamericana. Del tratado de Breton Woods surgen dos instituciones que van a permitir que los Estados Unidos obtengan varias ventajas; el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. También se acordó que el dólar iba a estar respaldado con oro a 35.00 dólares la onza troy. Ambas instituciones son dominadas por los Estados Unidos y sus propósitos las hacen muy útiles a los fines de dominar el intercambio comercial en el mundo.
Primero, las condiciones para recibir estos préstamos es la de impedir que otras economías, principalmente del tercer mundo, puedan desarrollar su soberanía alimentaria. Sus productos agrícolas, si querían acceder a los préstamos, tenían que estar destinados a la exportación. Igual suerte corrían las materias primas. De modo que acceder a los préstamos era en sí una manera de mantener hegemonía en el sector agrícola y también el energético. Dos elementos estratégicos para el desarrollo. Pero mejor aún, permitía dominar el endeudamiento con su moneda y que hacía necesario obtener dólares para pagar y comprar.
Claro, las guerras de Corea y en especial la de Vietnam amenazaban con acabar las reservas de oro norteamericano porque el exceso de dinero invertido en el exterior y en especial los bancos franceses en la Indochina, regresaban a Francia y De Gaulle los cambiaba por oro. Es ahí cuando Nixon le quita el respaldo de oro al dólar y paso a ser una moneda fíat. Lo que quiere decir que solo estaría respaldada por la confianza en la economía norteamericana, aunque solo sería por un tiempo, pero nunca volvió a tener respaldo en oro. Eso sí, obtuvieron un acuerdo con los países exportadores de petróleo, la OPEP (Organización que fue una idea de un ingeniero venezolano) para que solo se vendiera petróleo en dólares. La OPEP estuvo de acuerdo.
Ahora sumado a la hegemonía de los granos y el petróleo se añade la venta de bonos del gobierno para ofrecerle a los bancos centrales de los demás países que quisieran invertir sus excedentes de dólares en reserva y también comprar acciones en la bolsa de valores norteamericana con la condición de que nunca podrían comprar más del 50 por ciento de estas en las principales compañías norteamericanas. De ahí, la tormenta perfecta del dólar como moneda de intercambio comercial, obligaba, por compromisos contraídos e inversiones hechas, a la mayoría de esos países a seguir las directrices del imperio del dólar.
La promesa de Breton Woods era que el dólar sería un elemento neutral, pero, también resultó ser un arma para castigar a otros países. Incluso, esa penetración del dólar permitió que nunca le preocupara a los Estados Unidos tener una balanza de pagos negativa (desfavorable). Después de todo si debían dinero era en dólares y ellos siempre podían imprimir más. Más aún, el economista Michael Hudson sostiene que esa es la razón para tener más de 800 bases militares fuera del territorio sin que resulte en una preocupación el costo. La razón es que le permite inyectar más dólares a esas economías extranjeras y las hace más dependientes del dólar, así como comprometerse con los planes estratégicos de Estados Unidos a través de los famosos acuerdos SOFA (Status Of Forces Agreement). En esos países les pagan rentas, invierten en construcción, pagan sueldos, emplean y tienen soldados gastando dinero en su economía. Esos dólares regresan a través de sus bancos centrales a Estados Unidos cerrando el círculo económico y vuelven a través de empréstitos al Pentágono que parece un hoyo negro gastando dólares sin que les preocupe a los políticos el déficit acumulado en el presupuesto federal que eso genera. Claro, excepto cuando se trata del gasto en inversión social.
A eso le agregan los gatilleros de las casas acreditadoras para calcular el riesgo para prestar por la banca privada. Eso prepara a esos países para lanzarlos en los brazos del FMI o el Banco Mundial con las consabidas secuelas. Sí, el dólar es su principal arma, pero es una moneda fiat. Se tambalea porque ha imprimido demasiado y ya muchos saben que la utilizan para castigar también afectando sus negocios. Además, China crece demasiado rápido en los últimos 26 años y se desdolariza paulatinamente, como Rusia, Irán y otros, abriendo la posibilidad muy real que otras monedas puedan convertirse en las monedas de intercambio futuro. La glotonería y la arrogancia le están pasando factura al capitalismo. Lo mal habido y obtenido por la fuerza o mediante treta y chantaje se estrella ante el avance de las fuerzas socialistas.
Aunque por ratos en la historia pareció que el socialismo no podía avanzar, se va consolidando el avance sólido. China celebró hoy el haber alcanzado la increíble meta de eliminar la pobreza extrema 10 años antes de lo anticipado a las Naciones Unidas. En los últimos 8 años se levantó de la pobreza a 98.9 millones de chinos y se dice fácil cuando eso equivale a la población del combinada de países como Colombia más Argentina. Si se piensa que China ha levantado de la pobreza a 770 millones de personas desde los años 70, entonces veremos que China y el socialismo, han sido responsable de sacar de la pobreza al 70 por ciento de todos los que han salido de la pobreza en el mundo desde entonces. La tarea del socialismo sigue su paso arrollador en el mundo contra toda la propaganda del imperialismo. Los números y los logros son en cada país son, a pesar de los bloqueos y los ataques imperiales, innegables y la América Latina viene siguiendo los pasos y poco a poco van surgiendo los gobiernos progresistas y los hay vegetarianos y los que comen carne como los llamó Rafael Correa, para señalar cuan radicales son. Lo más importante es que puedan hacer valer su independencia y lograr la solidaridad en la Patria Grande. Hacia allá vamos con la Patria Nueva, a la independencia y a la integración con el resto de la América Latina.
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