En  poco más de dos meses de  la nueva administración colonial bajo una sombra  de ilegitimidad, es claro que lo “nuevo” es más de

lo mismo.

 La arrogancia. La terquedad, el desdén contra el pueblo, característicos de las administraciones coloniales en general y del PNP en específico son la orden del día.

De entrada, los nombramientos del señor Pierluisi al gabinete, demuestran su inquebrantable compromiso con la agenda neoliberal que ambos partidos colonialistas y asimilistas han apoyado. Una política económica de empobrecimiento del pueblo en general; la privatización de los haberes del pueblo,  las tierras agrícolas, las costas, los recursos naturales y sobretodo ser un fiel siervo de la Junta de Control Fiscal.

 Los nombramientos de Larry Seilhamer y de Manuel Cidre son los que ejemplifican que las políticas de empobrecimiento y de exprimir al pueblo con impuestos, aumentos de los servicios esenciales como el agua y la energía eléctrica serán parte fundamental de la nueva administración colonial.

Larry Silhammer fue cómplice junto con Eduardo Bathia de establecer toda la infraestructura legal que facilita la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica.  Es un legislador que votó a favor del acuerdo de COFINA que nos obliga a pagar al menos 40 años más de Ivu y legalizó bonos ilegales apropiados por los buitres de Wall Street.  Manuel Cidre es un empresario que apoyó como analista la reforma laboral; se opone al aumento del salario mínimo y favorece la privatización de los haberes del pueblo.

Otro ejemplo de que esta administración es más de lo mismo, es la reacción del señor administrador colonial ante un aumento en la tarifa de electricidad para el pueblo.  Pierluisi planteo que el aumento no era reversible y que la gente tenía que acostumbrarse al mismo. 

Este vividor del servicio público, se retractó de su postura como candidato ante el contrato de privatización de la AEE otorgado a LUMA. Durante la campaña electoral se oponía al mismo pero ahora ya lo legitimó, y en la típica movida de hacer algo para no hacer nada, nombró un comité fiscalizador, que no tiene ninguna autoridad y que solo velará que se implemente el contrato de privatización.

Ahora donde está botando la bola de la politiquería y del desdén al pueblo es ante la educación pública.  Primero nombrando a una inepta, ex presidenta  de un sindicato patronal y ahora tercamente empujado el inicio de las clases presenciales sin ningún plan y preparación de las escuelas para enfrentar la pandemia.

Cientos de escuelas sin preparar.  Cientos de escuelas no disponibles en las regiones afectadas por los terremotos en el Sur Oeste.  Ante las medidas neoliberales, sin la cantidad necesaria de trabajadores y trabajadores de mantenimiento; este señor utilizando d parapeto a la incapaz Elba Aponte Santos, quieren imponer un inicio de clases presenciales si completar los requisitos mínimos de salubristas para poder garantizar la salud de toda la comunidad escolar.

En poco más de dos meses, es obvio que lo que se planteaba que sería el mismo perro con otro collar,  se agenciara la administración colonial  el PNP o el PPD se prueban reales. (La payola en la legislatura y las pusilánimes posturas con respecto al contrato de Luma del PPD así lo comprueban).  Hay que tirarse a la calle.   Hay que llevar el mensaje que  no permitiremos que nos sigan exprimiendo económicamente y que van para fuera, La Junta, su criado Pierluisi.  Hay que caminar hacia la independencia, única herramienta que nos dará los poderes para crear una economía que permita que cada boricua pueda alcanzar una vida digna y de justicia social.

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