Por Edwin Hernández Feijoó

Terminadas las elecciones en Puerto Rico podemos hacer un análisis preliminar de los resultados.  Aunque el PNP revalidó la gobernación no pudo retener la Cámara y el Senado que tenía desde el 2016.  El PPD logró la mayoría en ambas cámaras por varios votos.  A primera vista uno podría decir que aquí no ha pasado nada y todo sigue igual, pero las cosas no son tan sencillas.

Ambos partidos el PNP y PPD, representantes del régimen estadounidense, de los grandes intereses corporativos y neoliberales, vienen en picada desde hace varias elecciones.  Recuerden, el PNP había ganado la gobernación con Fortuño con un millón de votos en el 2008.  El PPD con Sila había ganado la gobernación con 960 mil votos en el 2000.  Hoy el PNP se ha reducido a 406 mil votos y el PPD a 380 mil votos, esto representa que 1.1 millones de personas han abandonado esos partidos.  El desgaste, su desprestigio, sus políticas contra el pueblo poco a poco los va desapareciendo del mapa.  Los procesos políticos toman años pero el fin de ambos se va acercando.

Sin embargo, las elecciones si trajo aires nuevos y logros significativos.  Y sin duda alguna uno fue el crecimiento  del Partido Independentista Puertorriqueño, de unos 33 mil votos en el 2016 a unos 170 mil votos en el 2020.  Logrando elegir sus dos representantes y 53 asambleístas de pueblo.  Pero no solo fue el crecimiento numérico, lo que llama la atención, sino que presento las mejores propuestas, un programa de avanzada, que fue utilizado por otros,  un candidato que se ganó el respeto del pueblo puertorriqueño, Juan Dalmau, y una campaña llena de entusiasmo y que indica mejores cosas para el futuro.  Aquí hay otro detalle que debemos señalar, el pueblo no se dejó intimidar por aquellos que querían usar la independencia como un “cuco” y meter miedo.  El pueblo ha ido entendiendo que es una opción legítima y que sus candidatos representan los valores que ellos quieren, honestidad, respeto, trabajo, dedicación.  Quizás de todos los logros de estas elecciones esta sea la más importante para el Movimiento de Liberación Nacional en su conjunto.

También tuvieron participación dos partidos nuevos, el Movimiento Victoria Ciudadana y Partido Dignidad.  El MVC es producto de la unión de varios sectores, el desaparecido MUS, PPT, VAMOS, sindicatos ligados al partido demócrata estadounidense y la figura del Alexandra Lúgaro.  En términos de números esta agrupación no tuvo más votos que los que obtuvo Alexandra Lúgaro, en el 2016, sacando unos 300 votos menos.  La unión de esos sectores no contribuyó a un crecimiento en números, pero contribuyó en dos asuntos importantes,  un programa progresista y darle una estructura organizativa. Estos fueron sus  logros, quedar inscrito, 4 representantes y  23 asambleístas de pueblos. 

El Partido Dignidad, a pesar de contar con menos tiempo obtuvo unos 85 mil votos, recogiendo en su mayoría sectores ligados a las iglesias fundamentalistas y segmentos de personas desligadas del PNP que en el pasado había votado por el candidato derechista y conservador Cidré.  Este también quedó inscrito y logró dos escaños en la legislatura.  Representa un sector muy conservador y colonialista con el cual se tendrá que lidiar en el futuro.

En la política no existen vacíos, la muerte de un partido trae a su vez nuevas organizaciones que pretenden ocupar su espacio.  Veremos en los próximos años si los nuevos partidos solo quieren ocupar el espacio del PPD y del PNP.  Si fuera eso no representaría cambio alguno real. Otro tema que dejaremos para el futuro es la abstención, por sus números merece un análisis aparte.

¿Cómo llegamos aquí?

Entonces la pregunta que podemos hacernos es como llegamos aquí, con un PNP y PPD en picada, un PIP en crecimiento y fuerza, además de dos partidos nuevos con logros electorales.

Y la contestación son variadas pero dos principalmente, lucha y el desgaste de la colonia.

No hay resultados espontáneos, ni milagrosos, los cambios que viene ocurriendo vienen por una larga lucha de los sectores, independentistas, socialistas y progresistas del país.  Han sido luchas de denuncias a la corrupción, en la defensa de los trabajadores, educación, ambiente, salud del pueblo, contra la junta colonial, botar al nefasto Ricky en el verano de 2019.   Todas estas acciones han hecho echó en el pueblo,  que vienen sufriendo los desmadres del gobierno colonial, su quiebra, sus pérdidas de derechos y baja en los niveles de vida.  Todo esto va cambiando la mentalidad y actitudes de cada uno de nosotros y provoca cambios que antes no existían. 

Ahora nos queda continuar la lucha, ampliar, llegar a más personas cada día, haciendo e impulsando cambios más profundos.  Hablando sin miedo de la necesidad de poderes que hoy no tenemos, hablando del problema principal del país que sigue siendo el colonialismo estadounidense y proponiendo su salida con la única opción real la independencia. 

Tenemos a nuestro favor un Partido Independentista fortalecido para bien de todos los puertorriqueños,  y tenemos esperanza que en  las luchas sectoriales en defensa del pueblo se pueda  contar con las compañeras y compañeros del MVC y todos los sectores del pueblo que quieran un mejor Puerto Rico.  Son tiempos de cambios, y nos corresponde a cada uno de nosotros contribuir.

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