Por Edwin Hernández Feijoó
El PNP para intentar borrar su desprestigio y su alto grado de corrupción se inventó un
plebiscito a celebrase el día de las elecciones. El propósito, tratar de mover a los anexionistas a salir a votar por la estadidad, esperando ellos recibir el voto de la gente descontenta usando la estadidad como cebo.
Claro, al PNP le importa un bledo la anexión, es solo un gancho. Así que anunciaron el plebiscito y allá fue Jennifer González, a Estados Unidos a pedir que el régimen estadounidense lo avalara. Tenían todo montado pero no contaban con el gobierno estadounidense. Esta semana el régimen le contestó. Utilizando la oficina del Departamento de Justicia (USDOJ) gringa, en carta del 29 de julio de 2020 le dice al PNP y a los anexionistas:
- La Ley 51-2020 es contraria a la política pública de Estados Unidos de “neutralidad” porque no incluye todas las opciones colonialistas que son la anexión, el ela, y la única no colonialista, la independencia.
- Que el gobierno de Estados Unidos no quiere ni dar la impresión que favorecen la anexión (estadidad).
- Que aunque el pueblo rechazó el ela colonial en el supuesto plebiscito de 2012, el régimen estadounidense no lo acepta.
- Que el plebiscito de 2017 para la descolonización inmediata de Rosselló y los PNP fue otra mentira más.
- Y que el PNP miente en la información que dice sobre Hawái y Alaska.
El gobierno estadounidense le da un rechazo total al PNP y a los anexionistas del patio. Después de 122 años de servilismo, de pedir igualdad, de querer ser más americanos que los americanos, los Estados Unidos les dice, no los queremos para nada.
Pero en esta carta no solo les habla a los anexionistas, aprovechan para enviarnos a todos los puertorriqueños un mensaje, con nada de diplomacia y en total crudeza cual es su posición oficial sobre la colonial. Y para los Estados Unidos la colonia está bien. No quieren cambios para nada. Con ella nos siguen explotando y controlando, nada hay que cambiar, esto está totalmente perfecto para el gobierno gringo.
Sin embargo para nuestro pueblo eso no es así. Hay en Puerto Rico un consenso en la mayoría del pueblo que la colonia ya no funciona, hay que cambiarla. Tenemos que romper el nudo colonial dirán algunos. La pregunta es cómo y es una gran pregunta.
Hay dos contestaciones a esta pregunta, en la primera está la versión inmovilista y divisionista. Esta plantea que para romper el nudo hay tres opciones la anexión, libre asociación, la independencia. Que debemos reunirnos todos en una cosa llamada una asamblea de status y deliberar por cuál opción escoger y a través de varias votaciones llegar a una opción final. Esta versión aunque suene razonable es falsa. Parte de una premisa equivocada que la opción anexionista o libre asociación son validas. Pero la anexión está proscrita en el derecho internacional y si bien hay unas islas con categoría de libre asociación ninguna de ellas tiene soberanía real, residiendo la misma a final de cuentas en las antiguas metrópolis. La única que solo requiere el aval del pueblo es la independencia. Como decía el compañero Juan Mari Brás, la autodeterminación y descolonización es solo la independencia.
Entonces existe la opción real, la de soberanía, la que le da los poderes al pueblo de Puerto Rico para decidir su futuro, la independencia. La primera contestación nos mantiene divididos, es el mundo estático, fijo, el mundo donde no existe el cambio constante, promoviendo opciones falsas y colonialistas, justificando el inmovilismo de las personas. La segunda opción, la independencia, une a todos los puertorriqueños en un derecho natural que es la independencia de un país.
La primera contestación son deseos de gente de buena fe en algunos casos, colonialistas en otros. La segunda es más trabajosa, porque requiere cambiar la correlación de fuerzas de un país intervenido, con un colonialismo insidioso, que es lo único que han conocido, a moverlos hacia el estado natural que es la independencia. Insistir en la primera solo alargará el proceso que se requiere para construir las estructuras necesarias para la segunda.
Creemos firmemente que podemos romper el nudo colonial, reiteramos, solo es posible moviendo a la mayoría de nuestro pueblo hacia la independencia, movimiento que nos une, nos consolida como gente y nación.
Nota final, al PNP no le importa el rechazo, no tienen vergüenza, seguirán con su falso plebiscito el día de las elecciones. Entonces ese día usted tiene una oportunidad, si usted participa en las elecciones, VOTE NO. NO para rechazar la anexión, NO para rechazar la corrupción y NO para decirle al régimen estadounidense que no queremos más colonia. Y si no vota, pues también es otra opción, para decir NO a la colonia.
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