«Es ley histórica que se repite. Las naciones intervenidas como la nuestra sumarán la riqueza a la del poder que las domina para beneficio exclusivo de éste» 

Pedro Albizu Campos

La administración colonial anunció un “Plan Estratégico Económico” para enfrentar las consecuencias de la orden de Toque de queda-cuarentena, aprobada para contener la propagación del virus que causa Covid 19 en Puerto Rico.

Establece como  objetivos fundamentales este plan:

1. Rescatar la economía apoyando a comerciantes, especialmente pequeños y medianos comerciantes;
2. Proteger a los trabajadores y el sustento de sus familias.

Podrá este plan alcanzar estos objetivos; Veamos.  Las limitaciones de esta propuesta son claras.

Inmediatamente  se someten a la Junta de Control Fiscal.  Por eso se presento el Plan con el presidente de la JCF y su directora ejecutiva, al lado de Wanda Vázquez.

El  agregado total de aproximadamente 800 millones,  representa poco ante el presupuesto nacional de 9,000 millones.  Y palidece más aún ante los 18,000 mil millones que controla en una cuenta del Banco Popular la JCF para pagarles a los bonistas.

Se habla  de un grupo asesor multisectorial que asesora a la administradora colonial para evaluar las medidas presentadas.  En ninguna parte del documento analizado se presenta quienes componen este grupo asesor; que intereses representan; ¿serán los amigos del alma?

El plan de esta administración colonial se concentra en lado del consumo de la economía.  No hay medidas para la generación de empleos y actividades de producción económica a mediano y largo plazo.  Lo propuesto tendrá poco impacto económico ante la paralización económica.  Una de  pérdidas económicas de cerca  3 mil millones de dólares, y si se extiende el toque de queda podría triplicarse, una inyección de 500 millones de dólares es un parchito que no tendrá  un efecto significativo a mediano y largo plazo en la reactivación de la economía.

No entendemos la asignación de 55 millones de dólares al  Destiny Marketing office (DMO).  Una empresa privada que no se le quiere rendir cuentas del uso de fondos  públicos que se le han asignado.  Su efectividad ha sido cuestionada continuamente.  No  entendemos como algo prioritario promover  el turismo, cuando en este momento cuando nadie está viajando debido a la pandemia.  A  la luz de que hay una carencia de equipo de salud para enfrentar la crisis, incluyendo las pruebas, esto es inaceptable.

El Proceso de asignar  240 millones de dólares para compra de computadoras, tablets y talleres de capacitación para educación en línea está asociado a al burdo intento de  de Rafael June Rivera de colar la privatización de la educación aprovechándose de la crisis es  indignante.  Encima es una mentira tras otra. Un funcionario de la fortaleza admitió que esta compra  era una propuesta hecha bajo Ricardo Rosselló que no se había implementado.  Así que solo la mitad del dinero era una nueva asignación. Esto huele a tumbe.

Esta propuesta adolece de un programa de inversiones que cree y estimule nuevas formas de actividad económica para la nación.  Carece de una visión  para avanzar el  desarrollo económico para nuestro  pueblo más allá de lo que le dicte los Estados Unidos.  Aunque de primera intención puede presentar un alivio, el mismo será pasajero y no está al nivel del impacto económico que enfrentamos.

No tenemos que esperar, hay 18 mil millones de dólares nuestros que quieren dárselos a los especuladores y fondos buitres, si hubiera babilla y dignidad destinaríamos esos recursos para un plan de estímulo económico que permita a nuestra gente enfrentar esta coyuntura de manera más humana.  Pero somos colonia.  En la segunda parte de este escrito presentaremos nuestro Plan de estímulo económico que contrario a este no será un paquete.

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