Por Deborah B. Santana
Algunas personas (incluyendo algunas que se definen públicamente como independentistas) insisten que la estadidad es una opción descolonizadora para Puerto Rico. Insisten que es una opinión u interpretación tan válida como la de quienes no la reconoce como tal. Sin embargo, no he visto a nadie ofrecer ninguna evidencia de que haya sido reconocido así. El récord legal internacional desde hace años trata de ese tema. Anexar una colonia al país colonizador no es considerado como una opción descolonizadora.
La Resolución 1541 de la ONU (1960) dice que una de las opciones que podría ser evidencia de que «un territorio no autónómo ha alcanzado la plenitud del gobierno propio, es la integración con un estado independiente» … pero también tiene que ser cónsono con las otras resoluciones sobre la libre determinación y la descolonización, que entre otras condiciones requiere el retiro de todas las instituciones de control por parte del poder colonizador, previo a dicha consulta (y también evidencia de que la población haya tenido toda la información necesaria para tomar una decisión, que la consulta sea libre de coerción, etc.).
En los años desde la aprobación de la resolución, el récord internacional ha dejado claro que la opción de integración estaba dirigida mayormente a la integración de países contiguos y con pueblos de la misma cultura, que había sido separados por el colonialismo y la ocupación militar. La opción de integración en ningún caso ha sido contemplado como una anexión de un país colonizado, por el colonizador. Y mucho menos un país separado geográficamente y culturalmente distinto.
Se puede apoyar la estadidad como una opción de resolver la cuestión de estatus de Puerto Rico, pero no hay nada en el ámbito internacional que la apoye como una forma de descolonización.
Otro ejemplo: siguiendo el costumbre de los EEUU, Hawai’i fue ingresado como estado sólo cuando la población nativa se había reducida a una pequeña minoría. (Ese ha sido el caso para todos los territorios que se han incorporado como estados de los EEUU, sin excepción.) Y la ONU nunca reconoció la estadidad como la descolonización de Hawai’i.
Finalmente: una persona podría argumentar que para Puerto Rico los EEUU romperá con el precedente, dando la estadidad a un territorio sin que la población nativa se haya reducida a una pequeña minoría. También podría argumentar que la comunidad internacional romperá con el precedente para aceptar la anexión de una colonia geográficamente y culturalmente distinta, al país colonizador. Pero NO son argumentos históricos, sino argumentos a base de fe o argumentos engañosos.
Nota: (Si aún no haya leído el artículo original con todas las citas se lo recomiendo: Fermin L. Arraiza Navas, Autodeterminación y Puerto Rico, 31 Rev. Jurídica U. Inter. P.R. 343 (1997). Vale la pena leer no sólo el artículo, sino todos los casos ampliamente citados.)
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