En estos días se publicó una carta dirigida a la Junta de Control Fiscal, por un grupo de congresistas (senadores y representantes) de los Estados Unidos.   Atando sus reclamos a la Junta de Control Fiscal  se encuentran los argumentos, causas y acciones utilizadas por  el  pueblo boricua que culminó con la renuncia del administrador colonial, Ricardo Rosselló Nevárez.

Si bien podríamos estar de acuerdo con algunos de los puntos establecidos por la carta, al evaluar en su totalidad la misma, no es radical, es decir no va a la raíz de la situación colonial de Puerto Rico.

Claro no se le pueden pedir peras al olmo.  Estos congresistas son parte del sistema imperial y sus intereses y visiones responden a los intereses de su nación Estados Unidos, no a los intereses del pueblo puertorriqueño.  Todos los congresistas son demócratas, partido del Presidente Obama. que firmó la Ley PROMESA. Claramente es una movida atada a la selección del candidato de este partido a la nominación de la Presidencia de los Estados Unidos.  Esta carta no es una postura anticolonial y descolonizadora porque presenta la relación de Puerto Rico con los Estados Unidos, como un problema interno de ellos.

Por eso las exigencias de estos congresistas se limitan a aspectos administrativos-burocráticos en relación a la imposición de la Junta Control Fiscal.  Desconociendo que la Junta es una de las acciones fundamentales establecidas por el régimen estadounidense que claramente demuestran que Puerto Rico es una colonia.

Es fundamental el tener aliados en los Estados Unidos que puedan avanzar una línea anticolonial y descolonizadora.  Pero es claro que esta carta de los congresistas en su esencia no es anticolonial y descolonizadora.  Por ejemplo, la postura de la misiva en relación a la deuda no es anticolonial o descolonizadora.  Con respecto a la deuda la única postura correcta, anticolonial y descolonizadora es según el derecho internacional,  una ilegal, odiosa e ilegítima y no le corresponde a nuestra nación esa deuda, sino al régimen  de los EEUU.

Lo que no es entendible es que  algunos sectores  apoyen esta acción de los congresistas que obviamente es una movida política que legitima la colonia y el poder colonial de los EEUU sobre Puerto Rico.

Hay que conseguir aliados en el congreso que postulen la línea que la deuda es ilegal, odiosa e ilegítima.  Hay que conseguir aliados en el Congreso que presenten un proyecto de ley que exija a los Estados Unidos  a otorgar la independencia de Puerto Rico porque la libre determinación y autodeterminación solo es posible desde la independencia.

El apoyar acciones que no van a la raíz,  que solo avanzan los intereses político-partidistas de estos congresistas es una manera de neutralizar acciones verdaderamente descolonizadoras y anticoloniales.   Tampoco sirven al proceso y debate para avanzar la independencia nacional.  Queremos aliados, claro que sí, pero conscientes del problema colonial.

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