Las manifestaciones del pueblo durante el mes de julio no solo lograron botar al ex administrador de colonia Ricky Rosselló y sus chateros, sino además nos  enseño en toda su crudeza la  inmoralidad y falta de ética de aquellos que viven de la colonia.

Empezando por algunos periodistas y medios de comunicación.  Se descubrió el esquema de la administración de pagarle a periodista para cubrir y resaltar las noticias favorables a ellos.  A los Rubén Sánchez, a quién le pagaban y le pasaban información, a Margarita Aponte que tenía contratos con la oficina de la esposa de Rosselló por 36 mil dólares y a la vez se presenta como periodista en un canal.  Al Nuevo Día que despidió a periodistas por publicar información en contra de la administración de Rosselló.  A Pabón Roca que se presentan como analista independiente mientras tiene contratos de miles de dólares con la administración colonial.

Salió a relucir la falta de ética y moral de Aida Díaz, quien funge de presidenta de la Asociación de Maestros cuya labor debería ser  defender a los maestros y sin embargo su esposo se enriquecía con contratos por 7 millones de dólares con el Departamento de Educación  y su hija dirigía el Hospital de Maestros.  Mientras ella se dedicaba a alabar a Julia Keleher, la estadounidense acusada de mal versión de fondos públicos, esta le daba contratos a su esposo.

Ha salido a la luz todos los contratos del senado, cámara y oficina del administrador con candidatos derrotados como Vega Borges, Santini, Charlie Hernández y otros vividores.  Y el esquema de hacer corporaciones de un día para otro para entrar al negocio de robo legal de las llamadas consultorías.  Aquí hay millones de dineros del pueblo robados de forma legal.  Todos ellos tienen algo en común,  apoyan el colonialismo estadounidense y son miembros de una de las instituciones corruptas del país PNP o PPD.

Y aquí es que debemos hacer la gran diferencia entre la ley, la ética y lo moral, porque aunque algo sea legal no significa que sea ético y moral. Tampoco quiere decir que si es legal tiene que ser justo.  Hemos tenido en el pasado experiencias históricas que lo legal no siempre es correcto.  Por ejemplo, la esclavitud era legal, el racismo en EEUU era legal, el fascismo era legal pero ninguno era ético, ni moral,  ni mucho menos correcto.

Las acciones del pueblo de sacar a Rosselló no fueron  por una ilegalidad o una ley, fue por la gran indignación del pueblo por la falta de ética y la inmoralidad de Rosselló y sus chateros.    El pueblo puertorriqueño le ha dicho al mundo entero que ya no está dispuesto a aceptar leyes injustas, que tampoco va aceptar individuos u organizaciones de carácter inmoral y falta de ética como el PNP, PPD, la Junta de Control y  la colonia estadounidense.  El pueblo ha despertado y ha puesto sobre aviso a los corruptos, a los inmorales, que no habrá tolerancia para esta conducta, que tomen nota.

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