“¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente?”
Eduardo Galeano
Este pasado sábado sectores de nuestra nación se movilizaron para manifestarse en
contra del crimen ambiental y el terrorismo ambiental que perpetra de la AES en complicidad con la administración colonial contra los puertorriqueños.
La práctica de terrorismo ambiental por parte del estado en la colonia no es nuevo. Con nosotros han practicado la esterilización de las mujeres boricuas, la destrucción de las tierras agrícolas para el monocultivo, la canalización a la trágala de ríos, quebradas, para “desarrollar” la economía; la deforestación de las montañas, arrasando bosques y valles, el desparramiento urbano propiciado para sostener los intereses económicos foráneos en Puerto Rico. Años de ignorar la contaminación a nuestros acuíferos por los tóxicos arrojados por la industria farmacéutica en la zona del Karso; la aprobación de proyectos pilotos de energía nuclear, experimentación con el agente naranja en el Yunque y otros bosques tropicales lluviosos; la experimentación con radiación nuclear en el yunques, todos ejemplos de este terrorismo ambiental.
En cada acción que el régimen colonial y sus intermediarios hacen contra el ambiente, atenta y refleja su desprecio por la vida de nuestro pueblo.
Es inconcebible que escondiéndose detrás de jerga científica dizque objetiva, se someta a comunidades en Puerto Rico a la cenizas tóxicas que genera la AES para una producción eléctrica que no es necesaria en Puerto Rico. Para una actividad de producción de energía eléctrica que es parte de un plan de privatización que busca perpetuar la entrega de los haberes nacionales al sector privado, empobreciendo a nuestro pueblo y perpetuando la colonia.
La agencia de Protección Ambiental de los EEUU, que tiene una larga historia de complicidad con el terrorismo ambiental en Puerto Rico, por mas rostro boricua que le quieran dar, sirve de facilitador y de legitimador de los crimines ambientales que se perpetran en Puerto rico. Esto no debe sorprender a nadie. Esta Institución del régimen imperial fue creada para servir a los intereses de la empresa privada de los EEUU, por ser necesario que se controlara y limitara los campos de acción e implementación de leyes ambientales. Se buscaba de esta manera proyectar que se hacía algo por el ambiente pero sin transformar los pilares fundamentales de la economía estadounidense, la acumulación de capital, el flujo de capital y el enriquecimiento a costa de la salud de la gente y del ambiente.
Por eso la lucha en la calle, los reclamos de las comunidades de Guayama, Peñuelas y Humacao contra las cenizas es la que traerá la posibilidad de detener la contaminación ambiental de la AES, que daña nuestras tierras, aire y aguas con sus cenizas tóxicas.
En esta lucha ambientales por proteger nuestro ambiente los puertorriqueños tenemos una rica historia: las luchas en Cataño contra la contaminación de aire; las luchas en Humacao en Ciudad Cristiana; las luchas en Piñones en defensa de las costas, la defensa de nuestras playas, las luchas en Peñuelas contra la Corco y en Yabucoa contra la Sun Oil, las luchas por defender al Yunque, la lucha en Vieques y Culebra, son algunos ejemplos de esa historia. Por eso decimos
NO A LA AES. NO MÁS CENIZAS TÓXICAS. NO A LAS CENIZSA DE LA MUERTE, NO A LA QUEMA DE CARBÓN.
POR UNA NACIÓN CON ENRGÍA LIMPIA Y RENOVABLE.
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