“Mientras los leones no tengan
Sus propios historiadores
Las historias de la selva
Seguirán glorificando
Al cazador…“
Proverbio Africano
¨Cuando hay muchos hombres sin decoro,
hay otros que tienen
en si el decoro de muchos hombres.¨
José Martí
La Insurrección Nacionalista
El 30 de octubre de 1950, el Partido Nacionalista Puertorriqueño llevó a cabo una
Insurrección en contra del régimen colonial de Estados Unidos en Puerto Rico. Muchas personas se podrán preguntar cómo y porqué un grupo de puertorriqueños se enfrentaron a un régimen tan poderoso como el de Estados Unidos.
Las razones son varias, en el 1950 los Estados Unidos querían presentarle al mundo la mentira de que Puerto Rico ya no era colonia. Preparaban junto a la administración colonial de esa época dirigida por Muñoz, la farsa del ELA. En las Naciones Unidas movían sus fichas para engañar al mundo sobre Puerto Rico. Además continuaban una represión brutal para destruir al Partido Nacionalista intentando callar la denuncia y lucha vertical que llevaba a cabo. Por todas esas razones el Partido Nacionalista decidió que era necesario levantarse en armas para demostrarle al mundo la verdad.
Aún entendiendo, que las posibilidades de una victoria militar contra unas fuerzas bélicas estadounidenses muy superiores, en el mes de octubre del 1950, combatientes boricuas del Partido Nacionalista, se alzaron bajo la directriz del Maestro, Don Pedro Albizu Campos, a reivindicar la inexorable y el derecho natural del pueblo boricua de ser independiente y de derrocar la ignominia del régimen colonial en Puerto Rico.
Don Pedro Albizu Campos, presidente del Partido Nacionalista Puertorriqueño, argumentaba, y estaba en lo correcto, que la relación de los puertorriqueños con los Estados Unidos era una colonial y por lo tanto inaceptable. Que los Estados Unidos no iban a salir voluntariamente de Puerto Rico, y había que crearle una situación difícil para que reconocieran nuestra Independencia. Por otro lado el gobierno de los EEUU estaba determinado a destruir el Partido Nacionalista.
“El partido estaba preparándose para una lucha armada y la misma fue precipitada cuando el viernes 27 de octubre, en la madrugada, fueron arrestados varios nacionalistas en Santurce quienes acompañaban a Don Pedro Albizu Campos de regreso a San Juan luego de un mitin celebrado en Fajardo conmemorando el natalicio del general Antonio Valero de Bernabé, héroe boricua puertorriqueño en la guerra por la Independencia de América junto a Bolívar.
“Durante el arresto ocurrió un tiroteo entre los nacionalistas y la policía. Para los revolucionarios no había más que dos alternativas: O comenzar la insurrección o ser arrestados y encarcelados sin haber hecho demostración alguna. Además, la policía, mediante confidencias, inicio los arrestos de los nacionalistas en Ponce cuando “se allanó la casa de la madre de Melitón Muñiz, presidente de la Junta Nacionalista de Ponce, el sábado 28 de octubre en el Bo. Macaná de Peñuelas. El grupo nacionalista se enfrentó a tiros con la policía causándose las primeras bajas de la Insurrección. En Peñuelas y Ponce murieron los nacionalistas Arturo Ortiz, José A.Ramos y Gullermo Rafael González Ubides, resultaron heridos seis policías y pereció el cabo Aurelio Miranda.
Los Sucesos en Naranjito
El pueblo de Naranjito y los naranjiteños tuvieron una destacada participación en la
Insurrección Nacionalista de 1950.
“El día domingo 29 de octubre de 1950, José (Ñin) Negrón, comandante del grupo naranjiteño recorrió los barrios de Naranjito montado en el caballo Jalisco, recogiendo y comprando armas para la Insurrección. Al día siguiente, 30 de octubre, lunes, un grupo de 6 hombres de nuestro pueblo: Alejandro Ríos, Toño Nieves, Ramón Luis Serrano, Hermes Rivera Nieves, Feliciano (Chano) Pérez Rivera (Chano) y Ñin Negrón, en una guagua pública conducida por Chano, se acercaron al cuartel de la policía que estaba localizado en una de las calles subiendo para el Cerro. Una vez cerca del cuartel abrieron fuego, el policía Jesús Santiago que se encontraba en la calle y el teniente Juan Rivera Ferrari quien estaba en el balcón del cuartel fueron atacados sin ser heridos. La policía estaba en alerta porque desde temprano en la mañana la radio informaba de los ataques nacionalistas en distintos pueblos de la Isla. La Insurrección Nacionalista había comenzado.
Después del ataque al cuartel de Naranjito los nacionalistas regresan al Bo. Cedro Abajo. El periódico El Imparcial reseña la noticia: “Grupo Nacionalista se hace fuerte en la Montaña.”
Al día siguiente los nacionalistas regresaron al pueblo y lanzaron bombas incendiarias frente al hospital de Naranjito, que estaba en construcción y localizado en la salida hacia Corozal. La intención era la de “atraer a los policías que no se atrevían salir del cuartel.” La prensa de aquella época lo confirma, “tuvieron que ir los guardias de Bayamón a Naranjito, porque los guardias de Naranjito se negaron a salir del cuartel. Los nacionalistas estuvieron varios días por los campos, cuatro días después del ataque al cuartel los nacionalistas se enfrentaron a la guardia nacional y a la policía en un tiroteo ocurrido en el Bo. Cedro Abajo, cerca de la residencia de Doña María Alicea. Al grupo se había unido un Sr. Berrios y Juan Padilla.”
Con ese ataque de la guardia Nacional se divide el grupo y los primeros nacionalistas de Naranjito fueron arrestados, “Negrón sigue internado en los montes y parece que continúa firme en su propósito de no entregarse”, señalaban los periódicos de la época. Feliciano (Chano) Pérez Rivera, Ramón Luis Serrano y Alejandro Ríos Figueroa, tres de sus acompañantes ya están en poder de las autoridades. Se entregaron el domingo al ciudadano Ernesto Díaz Morales.
Para lograr el arresto de Ñin la policía arrestó a su esposa, Moncha Padilla y a su suegra. También arrestaron a su papá, Don Che Negrón. En el momento del arresto de Don Che, en su residencia del barrio Cedro Abajo, la casa fue invadida por un gran número de guardias nacionales y de policías. Una bandera puertorriqueña enmarcada que colgaba de la pared del balcón de su casa, fue removida y pisoteada como un trapo. Don Che estuvo preso varias semanas en la cárcel de la Princesa. Después de ser fiado, al salir de la cárcel, compró tres potes de pintura con los colores de la bandera puertorriqueña y tan pronto llego a su casa la pintó, con uno de sus hijos, Manolo, en la misma pared del balcón. Y dijo: “Ahora, tendrán que llevarse la pared”.
Doña Moncha, la esposa de Ñin, cuando fue arrestada, estaba embarazada. Estando presa dio a luz un hijo, Ernesto, quien es hoy abogado de profesión. Resultó ser el primer abogado boricua que nació preso. Ñin fue arrestado el martes, 7de noviembre de 1950.
En el país se desató una represión general y fueron arrestados muchos vecinos de Naranjito. Todo aquel que tuviera alguna simpatía por la independencia de nuestro país era un sospechoso de subversivo y se exponía a ser arrestado. Fueron varios los pueblos que participaron en la Insurrección. Ocurrieron acciones de lucha revolucionaria en: Arecibo, Utuado, Mayagüez, “Jayuya donde se declaró la Republica de Puerto Rico por segunda vez, la primera siendo lares. El grupo de nacionalista fue dirigido por Doña Blanca Canales y Carlos Irizarri; en San Juan se ataca la Fortaleza, residencia del gobernador Luis Muñoz Marín. La insurrección también se extendió a los Estados Unidos donde dos jayuyanos, Griselio Torresola Roura y Oscar Collazo, atacaron la Residencia Blair residencia temporera del Presidente Estadounidense, Harry S. Truman.”[1]
Objetivos, repercusiones y logros
Fue una lucha desigual pero de repercusiones internacionales. Los nacionalistas le dieron a conocer al mundo que en Puerto Rico existe una nación en lucha liberadora, con hombres y mujeres dispuestos a ofrendar su vida por la lucha de nuestra independencia. Demostraron que nuestro pueblo no es distinto a los pueblos del mundo, y que a pesar de los limitados recursos, nos dimos a respetar. Demostraron que Puerto Rico era y es una colonia, hoy todos reconocen esa verdad que dijeron los Nacionalistas en 1950. Que el ELA fue una farsa y la estadidad se hizo imposible con esta acción.
Tenemos la capacidad como seres humanos de construir y encauzar nuestro destino y hacer nuestra historia como pueblo. Pero esa historia se desata solo en la medida que tenemos los conocimientos, y los valores que puedan ser liberadores de nuestra humanidad como seres abocados a la justicia y a la dignidad. Por ello es fundamental conocer nuestra historia, la valentía y el desprendimiento con que nuestras hermanas y hermanos se entregaron a crear un Puerto Rico digno y libre.
Es por esto que el conocimiento de nuestra historia, el recuerdo de las vidas de aquellos hombres y mujeres como Ñin Negrón, su compañeros de lucha Don Chano Pérez, Alejandro Ríos, Toño Nieves, Ramón Luis Serrano y Hermes Rivera Nieves, de aquí Naranjito, nos sirven de ejemplo para fortalecer nuestra nación boricua.
[1] Testimonio de Efraín Negrón Rodríguez, hermano de Ñin Negrón
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